Condena de los Obispos por el
secuestro de dos sacerdotes: “Hacerles daño significa dañar la comunidad a la
que sirven”
Este
domingo, en Kivu del Norte, una región de la República Democrática del Congo,
un grupo de jóvenes milicianos destrozó una parroquia y secuestró a dos
sacerdotes.
Los
agresores, que llevaban uniformes del ejército, también se llevaron dos
vehículos de la iglesia.
Se
trata del párroco y del vice-párroco de Bunyuka, una de las doce parroquias de
Butembo, zona en la frontera con Uganda y Ruanda.
Los
dos sacerdotes, Charlee Borromee Kipasa y Jean-Pierre Akilimali, fueron
secuestradosdespués de haber visto cómo destrozaban y saqueaban las estructuras
parroquiales. No hay ninguna noticia sobre su paradero.
Las
milicias presentes en la zona (alrededor de una docena y fuera de control)
provienen de países limítrofes. Se disputan el control del territorio, rico en
yacimientos minerales.
La Conferencia
Episcopal de Congo (CENCO) ha publicado un comunicado en el que confirma
el secuestro de los sacerdotes y pide a las autoridades del país que actúen
para lograr su liberación: «Se debe hacer todo lo posible para liberar a los
dos sacerdotes de manos de sus secuestradores y desmantelar esta red
criminal que desestabiliza la paz en la región de Beni», afirman.
Los
obispos han reiterado su llamamiento a la liberación de los sacerdotes
asuncionistas Jean Pierre Ndulani, Edmond Kishugu y Anselme Wasukundi,
secuestrados por guerrilleros en Beni en 2012 y cuyo paradero se desconoce a
día de hoy. El año pasado, la noche del 20 de marzo, en la aldea de
Vitungwe-Isale (a 15 kilómetros de Butembo) fue asesinado otro padre
asuncionista, Vincent Machozi.
El
presidente de la CENCO, Marcel Utembi, ha resaltado que los sacerdotes «son
hombres de Dios que consagran su vida al bien de la población, sin una agenda
política. Causarles mal es causar daño a toda la comunidad a la que sirven».
Fuente:
Alfa y Omega