Descargar el corazón
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer, una
hermana me pidió que la ayudara con un peso. Había llevado, con la carretilla,
una bolsa de basura hasta el contenedor, pero para levantarla desde el suelo
hasta el cubo era demasiado pesada para una sola persona; necesitaba que
alguien le echara una mano.
Cuando fui con
ella, me esperaba un gran peso, pero al cogerlo entre las dos me pareció
ligero. Aquello me demostró, que el peso compartido se hace llevadero.
Muchas veces
vamos acumulando cosas en nuestra vida que no son para guardar, pero, sin
querer, se van quedando ahí, en el corazón. Antes o después tenemos que
vaciarnos de ellas, pero puede ser que no sepamos cómo hacerlo, o que el “peso”
supere nuestras fuerzas.
Para ello, el
Señor nos ha regalado hermanos en la fe, con los que Él quiere que contemos.
Qué sabio es acudir a alguien “fuerte” para que nos ayude a descargar eso que
llevamos. Esas personas que el Señor nos pone en el camino están encantadas de
que contemos con ellas. Lejos de sobrecargarlas, todo se hace más ligero.
Para mí ha
sido, y sigue siendo, una experiencia fundamental: ser totalmente transparente
con las personas que sabes que el Señor ha puesto a tu lado para ayudarte. De
hecho, mi primer encuentro personal con Cristo sucedió así: en una
conversación, al abrir mi corazón descubrí que era con Él con quien estaba
hablando. ¡No me quedó lugar a duda! Porque salí de aquella conversación como
nueva.
¡Qué bueno es
el Señor, que nos regala hermanos que nos ayudan a descubrirle mejor, a ver lo
bonita que es nuestra vida y a “tirar” en manos del Señor aquello que necesita
ser reciclado! Hasta ese punto se ha abajado el Señor: hasta convertirse en el
“basurero” de nuestra vida. Suena muy fuerte… ¡pero qué cierto es! Porque Él
recoge todo lo que nosotros le entregamos, se ocupa de reciclar lo bueno y de
salvarnos de lo desechable.
Hoy, el reto
del amor es abrir el corazón con esa persona que sabes que te va a ayudar.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
20 agosto 2025
Fuente: Dominicas de Lerma