CARDENAL SARAH: «EL ABORTO ES UN CRIMEN ABOMINABLE; ESTA ES LA POSTURA OFICIAL DE LA IGLESIA»

El purpurado guineano no esquivó ninguna pregunta en una entrevista de más de una hora, y se manifestó sobre la eutanasia, Trump, Charlie Kirk, los abusos en la Iglesia o el sacerdocio femenino

El cardenal Robert Sarah 

A la vez que el Gobierno de Pedro Sánchez levantaba una nueva cortina de humo en torno al aborto, Tribune Chrétienne publicaba hace unos días una entrevista exclusiva y extensa con el cardenal Robert Sarah, una de las voces más escuchadas dentro y fuera de la Iglesia. «El Concilio Vaticano II definió el aborto como un gran crimen, un crimen abominable. Esta es la postura oficial de la Iglesia», recordó el purpurado guineano.

Para el ex prefecto de la congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos, «incluir el aborto en la Constitución es una burla a Dios, una burla a Dios. Como país cristiano [en referencia a Francia], incluir el aborto en la Constitución es un insulto directo a Dios». Similar opinión le merece la eutanasia: «Ningún gobierno, ninguna autoridad tiene derecho a decidir sobre la vida o la muerte de alguien. No tienen derecho a hacerlo. […] Condeno esto enérgicamente». «El hecho de que un Estado sea laico no significa que deba separarse de sus raíces. No podemos negar nuestras raíces cristianas», agregó.

A lo largo de la larga entrevista que le realizó la publicación francesa, el purpurado no esquivó ninguna de las preguntas y afrontó otros temas espinosos. «Excluir a Dios de la sociedad es suicidarse. […] Celebro la decisión de Trump de volver a poner a Dios en el centro de la vida pública», señaló.

La muerte de Charlie Kirk

Respecto al asesinato de Charlie Kirk, el cardenal Sarah se mostró contundente una vez más: «Vivimos en una democracia, pero, ¿no queremos que alguien hable un idioma diferente al nuestro? Este asesinato afectó a todos. En un país civilizado, es horrible». El purpurado guineano dejó claro que «nunca hablo dentro del ámbito político. Algunos podrán aprovecharse de lo que digo, pero mi palabra no es la de un partido». «La Iglesia es esposa y madre. […] No es para pobres ni para ricos, es madre de todos los pueblos. Debemos evitar las descripciones de la Iglesia que tienen un cariz político e ideológico», subrayó el cardenal Sarah.

Para él no hay más discusión posible sobre el sacerdocio femenino: «Juan Pablo II zanjó definitivamente esta cuestión: no existe el sacerdocio femenino. […] La Iglesia no tiene poder para crear mujeres sacerdotes». El purpurado guineano calificó de «triste y doloroso» el asunto de los abusos en la Iglesia, pero recordó que «el informe muestra que solo el 3% ha cometido este tipo de actos». «Creo que estamos exagerando un poco las graves faltas. Es una forma de silenciar a la Iglesia y decirle: ‘Callaos, porque vosotros también son malos’», argumenta.

Las discusiones que hay en torno al uso de la misa tradicional también son objeto de la atención del cardenal Sarah: «¡Hemos transformado la misa en un campo de batalla!», lamenta, a la vez que se refiere a ciertos excesos litúrgicos que «profanan la eucaristía». «¿Por qué prohibir la misa tradicional?», se cuestiona, para añadir que «debemos animar» a los creyentes que asisten a esas eucaristías.

Personas homosexuales

La pastoral con las personas homosexuales es otra de las cuestiones que aborda en la entrevista: «Toda persona debe ser respetada, pero también debe respetar las leyes y la doctrina de la Iglesia. […] Permitir que dos personas del mismo sexo se unan no tiene sentido». Respecto a lo que algunos han tratado de presentar como el «Jubileo LGTBI», Sarah lamenta que «lo peor es que introdujeron la bandera LGBT en la basílica de San Pedro del Vaticano. Para mí, eso es un insulto a Dios, es un ataque físico a Dios».

El purpurado también hizo una llamativa consideración al ser preguntado por sus raíces africanas: «La persecución física que sufren algunos pueblos de África o Asia es menos grave que la persecución ideológica que sufren ustedes en Occidente. […] Sus valores cristianos están siendo anestesiados», advirtió.

Sobre los inmigrantes, el cardenal guineano señaló que «vienen a Europa porque piensan que cuando llegan aquí lo tienen todo, tienen el paraíso… Pero ayudémosles a desarrollarse en casa para que se queden en casa». «Si solo das pan a tus pobres, no has dado nada. Si acoges a los inmigrantes, dales a Dios y tu fe», invitó.

Por último, respecto a la «conversión ecológica» de la que se habla últimamente con frecuencia en la Iglesia, el purpurado observó que «la naturaleza, el mundo y la creación son obra de Dios. La naturaleza no debe ser transformada en una diosa». «Durante el Sínodo de la Amazonía, se introdujo un ídolo en la basílica. ¿Hoy estamos introduciendo un ídolo en la Iglesia? ¿Qué conversión ideológica buscan?», cuestionó.

Álex Navajas

Fuente: El Debate