Antes de llegar a ser Papa, el cardenal Jorge Bergoglio escribió: “una tarde fui al rezo del Rosario que dirigía el Santo Padre [Juan Pablo II]. Estaba delante de todos, de rodillas”
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Una imagen usual de San Juan Pablo II era verle rezando el Rosario |
Desde los tiempos
medievales de Santo Domingo de Guzmán, cuando los dominicos empezaron a
popularizar el rezo del Rosario, esta devoción ha ido incorporando variaciones
y añadidos, pero sin duda en los tiempos modernos fue San Juan Pablo II
quien introdujo en ella más elementos que podrían considerarse –en el buen
sentido- revolucionarios. Así lo considera el periodista católico Tom
Hoopes, autor de “El rosario de Juan Pablo II”.
Hoopes es padre de 9 hijos
y explica que “si no fuera por San Juan Pablo II yo no habría pasado los
últimos 17 años rezando un rosario diario con mi familia”. Y le consta que
una gran cantidad de las personas que hoy rezan el rosario con asiduidad se lo
agradecen a Juan Pablo II y su promoción de esta devoción.
Hoopes explica que el Papa
polaco potenció el Rosario a partir de 7 acciones o decisiones.
1. Juan Pablo II hizo que
el Rosario volviera a ser nuevo y emocionante
“Como les digo a mis
estudiantes en el Benedictine College de Kansas, Juan Pablo II era un genio de
la estrategia que sabía como hacer cosas grandes en la Iglesia. No solo decía:
‘chicos, volved a la Iglesia’. Organizaba las Jornadas Mundiales de la Juventud.
No solo decía: ‘sed fieles a la doctrina’. Creaba un Catecismo. No sólo
invitaba a los católicos a volver a Jesús: creaba un Gran Jubileo para el año
2000. Y no sólo animaba a rezar el Rosario: añadió 5 nuevos misterios
para picar nuestro interés y lanzó un Año del Rosario para
asegurarse que toda la Iglesia se sumaba.
2. Juan Pablo II conectó el
Rosario con las cosas grandes que estaban en el pensar de todos
“El compromiso de mi
familia con el Rosario empezó en 2001, cuando tras la tragedia del 11 de septiembre,
Juan Pablo II urgió a los católicos a rezar el Rosario por la paz,
frente a los atentados terroristas. Se profundizó cuando al año siguiente pidió
rosarios por otra institución bajo un duro ataque: la familia. Su fe en el
Rosario era contagiosa.
3. Hizo que el Rosario
fuera más fácil de rezar
Tom Hoopes recoge en su
libro varias de las propuestas prácticas del Papa para facilitar el rezo. “Una
de mis favoritas: en vez de empezar por el Credo, empezar con la
invocación sencilla del Salmo 70: Oh, Dios, ven en mi auxilio; Señor, date
prisa en socorrerme”. Aún recitamos el Credo a veces pero al quitar la
larga oración inicial el rezo se hace menos amenazante para los niños… y su
papá, también”.
4. Su método profundiza la
experiencia del Rosario
Hay propuestas de Juan
Pablo II sobre el rosario que ayudan a enraizar la devoción en la propia vida.
Por ejemplo, propone usar arte sacro, rezar pidiendo un fruto específico en
cada misterio y añadir una frase después del “Jesús”. Por ejemplo, el primer
misterio luminoso se puede ilustrar con una imagen del bautizo de Jesús, un
fruto que se pide (“ser fiel a mis votos”) y palabras añadidas como “bendito
es el fruto de tu vientre, Jesús, bautizado por Juan”. Juan Pablo II
también anima a acompañar el Rosario con la Escritura, por lo
que Tom Hoopes propone 10 versículos en su libro para cada decena de avemarías.
5. Juan Pablo II fue un
gran promotor de los santos del Rosario
Por ejemplo, beatificó al
italiano Bartolo Longo (1841-1926), un intelectual anticlerical que
se introdujo en ambientes esotéricos y ocultistas que le dañaron. Fue con el
Rosario que se sanó y creció en la fe y fue el promotor del Santuario del
Rosario en Pompeya. Juan Pablo II canonizó al Padre Pío, que habla
del Rosario como un arma muy poderosa. Fue un promotor de las obras y
espiritualidad de San Luis Grignon de Montfort, autor de “El secreto del Rosario”. Y beatificó
a los pastorcitos de Fátima, Jacinta y Francisco Marto, grandes
impulsores del rezo del Rosario por petición de la Virgen.
6. Juan Pablo II conectó el
mensaje de Fátima con el futuro de la Iglesia
El Papa era un devoto de la
Virgen de Fátima y su mensaje, y consideraba que fue la Virgen quien desvió la
bala que le hirió en el atentado del pistolero Alí Agca. Las peticiones de la
Virgen de Fátima de que se rezaran rosarios cada día, dijo, “deben sostenerse
generación tras generación”, dijo el Papa.
7. Su mayor promoción del
Rosario la hacía, simplemente, rezándolo
Antes de llegar a ser Papa,
el cardenal Jorge Bergoglio escribió: “una tarde fui al rezo del Rosario que
dirigía el Santo Padre [Juan Pablo II]. Estaba delante de todos, de rodillas”. Bergoglio
escribe que quedó tan conmovido en esa oración que “desde ese día recito
los 15 misterios del Rosario cada día”.
Fuente: Cari Filii News
Una imagen usual de San Juan Pablo II era verle
rezando el Rosario