Él ha vencido
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer salí un
momentito a la huerta. Al abrir la puerta, me impresionó el calor tan agradable
que hacía. Todo está precioso: verde, con la hierba bien crecida, con las
flores brotando…
Pero, de
pronto, una nube muy espesa comenzó a oscurecer el cielo. Aquello claramente
anunciaba tormenta. Iba rápida, así que me metí de nuevo dentro, porque estaba
segura de que pronto comenzaría a llover. ¡Y así fue! Truenos, lluvia fuerte…
en unos minutos todo estaba completamente mojado. Pero yo estaba bien
resguardada dentro de casa.
Aquello me
recordó el último mensaje del papa Francisco, el pasado domingo de Pascua: “El
amor venció […] El mal no ha desaparecido de nuestra historia, permanecerá
hasta el final, pero ya no tiene dominio, ya no tiene poder sobre quien acoge
la gracia de la Resurrección”.
Continuamos
nuestra andadura por la Pascua; es el tiempo en que florece el Amor. Es tan
sencillo experimentar a Cristo vivo a nuestro lado cada día… es tan fácil
sentirlo cercano al contemplar en los evangelios cómo se aparece resucitado a
sus discípulos…
Sin embargo,
nada de eso impide que veamos, sobre el horizonte, aparecer nuevas nubes que
anuncian tormenta. Es real: siempre habrá nuevos miedos que pueden atenazarnos.
Pero contamos con la certeza de que Él ha vencido.
Lo nuestro es
cuidar siempre el Amor, no dejarnos, no permitir que “se moje” ni que la
tormenta nos haga perder de vista la Luz de Cristo. Lo nuestro es confiar en Él
y poner todo lo nuestro bajo su cuidado, empeñándonos en mantener la mirada en
Él más que en las nubes que van y vienen.
Hoy, el reto
del amor es cuidar el Amor. Esta es nuestra certeza: que Cristo nos regala su
Amor cada día, para ser felices y compartir con los demás esa misma felicidad.
Que ninguna nube de incertidumbre cale en tu corazón. ¡Él venció!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
26 abril 2025
Fuente:
Dominicas de Lerma
Posdata: En este día, en este momento tan importante para la Iglesia, nos unimos en oración por el alma del papa Francisco y por el próximo cónclave.
