León XIV recibe un obsequio de los peregrinos gitanos. | Crédito: Vatican Media.
Los Sinti son una de las poblaciones gitanas en Europa, que ocupaban preferentemente regiones de Europa central, Italia, Francia y parte de Escandinavia.
“Hago mía la invitación de mis predecesores: sean
protagonistas del cambio de época en curso, caminando junto a otras personas de
buena voluntad en los lugares donde se encuentren, superando la desconfianza
recíproca, dando a conocer la belleza de su cultura, compartiendo la fe, la
oración y el pan que nace del trabajo honesto”, dijo el Papa ante los más de
4.000 peregrinos.
Con el lema del encuentro, La esperanza es
itinerante, el Santo Padre señaló que “todos nos sentimos impulsados a emprender el camino” gracias al testimonio de los pueblos gitanos: “Su fe firme, su esperanza inquebrantable
solo en Dios, la confianza sólida
que no cede ante las dificultades de una vida a menudo al margen de la
sociedad”.
El Papa dijo a los peregrinos que, aunque durante casi
mil años “han sido peregrinos y nómadas” en contextos muy adversos, y que las
sociedades “progresistas” los han “rechazado sistemáticamente, marginándolos
siempre” en muchos ámbitos, su presencia “en las periferias de Occidente es,
sin duda, una señal que apunta a la eliminación de muchas estructuras de
pecado, para el bien y el progreso de la humanidad hacia una convivencia más
pacífica y justa, en armonía con Dios, con la creación y con los demás”.
Las mismas sociedades que han marginado y obligado a
ser itinerantes a los pueblos gitanos, continuó León XIV, son las que han
creado “las mayores injusticias sociales a nivel mundial durante el último
siglo”: crisis económicas sin precedentes, desigualdades de todo tipo y
guerras.
Recordando las palabras de Jesús: “La piedra que
desecharon los constructores se ha convertido en piedra angular” (Mt. 21, 42),
el Papa señaló que “nos fortalece cada vez más la convicción de que los mismos
valores que los pobres defienden con gran dignidad y orgullo son aquellos a los
que todos debemos recurrir para cambiar de rumbo”.
Así, pidió a los peregrinos que sigan creyendo “en la
belleza salvadora que su cultura y su situación itinerante traen consigo”,
liberándose de “toda tentación de poseer, de todo apego injusto a las cosas,
para permanecer itinerantes en el Espíritu, pobres de espíritu y por esto
bienaventurados”.
“Y que sigan adelante con dignidad: la dignidad de la
familia, la dignidad del trabajo, la dignidad de ganarse el pan de cada día
—esto es lo que los mantiene en pie— y la dignidad de la oración. Que la
dignidad del trabajo y la dignidad de la oración sean su fuerza para derribar
los muros de la desconfianza y el miedo”, expresó el Papa León.
Durante la Audiencia, el Papa coronó una imagen de la
Santísima Virgen, Reina de los Gitanos, Sinti y Nómadas; con el Niño Jesús en
brazos.
Finalmente, transmitió su deseo de que en cada
diócesis se desarrolle “una adecuada atención pastoral dedicada a las
comunidades gitanas, sinti y caminantes, para un verdadero crecimiento humano
integral”.
Por Andrés Henríquez
Fuente: ACI