Una rendija…suficiente
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Jubi ha
aprendido a abrir las puertas: le es suficiente con una pequeña rendija abierta
para poder entrar.
¿Qué necesita
Jesús? Que le abramos una rendija. Con un poquito le vale para abrir la puerta
y entrar allí donde sabe que más le necesitamos: en tus dificultades, en lo que
no sabes cómo lidiar, en lo que te quita la paz… entra para dar sentido, para
transformar todo lo que hay en ti. Jesús quiere que seas feliz, pero te pide
permiso, no impone. Necesita que tan solo confíes y le abras un poquito.
Mientras,
permanece. Está sentado a tu lado, esperando a que le dejes entrar, para poder
regalarte todo lo que tiene preparado para ti.
Un cuaderno y
un boli. Tan solo eso.
A mí me ayuda
(a muchas de nosotras) y lo hago a menudo: ir a la oración, ponerme en su
presencia y simplemente dejarle entrar mientras escribo. Algunas veces, todo
comienza con una cita del Evangelio de ese día, una frase que me ha encendido
el corazón, o simplemente empiezo a escribir dirigiéndome a Él.
Es una manera
sencilla de experimentar lo que supone abrirle, dejarle entrar y dejar que
transforme lo que hay en ti.
Jesús entra en
diálogo contigo y la inquietud se vuelve confianza, la tristeza en gozo… o
simplemente brota de ti la acción de gracias que te permite reconocerle en todo
lo que te ha ocurrido a lo largo del día. Él está ahí, esperando.
“Mira, estoy de
pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en
su casa y cenaré con él y él conmigo.” (Ap 3, 20-21)
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
01 agosto 2025
Fuente: Dominicas de Lerma