El arzobispo de
Oviedo y el Departamento de Pastoral del Trabajo de la CEE muestran su cercanía
con las familias de los fallecidos en Cerredo-Degaña
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Familiares de las victimas de la mina de Cerredo. Foto: EFE/Paco Paredes. Dominio público |
«Las muertes
en accidentes laborales son la punta del iceberg de una organización del
trabajo que deteriora la salud de las personas trabajadoras día a
día», ha dicho en este mismo sentido en una nota el Departamento de Pastoral del
Trabajo de la CEE. Este servicio pastoral del episcopado
español ha realizado asimismo un llamamiento «para promover la defensa de la
vida en el trabajo», lo que pasa por «denunciar la pérdida de salud y de vidas»
y «crear conciencia en la sociedad y en nuestras
comunidades eclesiales» sobre este problema, además de «acompañar a las víctimas en
el dolor y apoyar sus justas reivindicaciones».
Según estadísticas del Ministerio de Trabajo y
Economía Social, 796 personas murieron el año pasado en accidentes laborales,
al tiempo que se registraron 628.300 accidentes con bajas laborales durante el
2024.
«En estos
momentos queremos mostrar nuestro dolor y solidaridad con
las familias, compañeros y amigos de los fallecidos y accidentados», reza el
comunicado del Departamento de Pastoral del Trabajo, que ha querido mostrar su
«cercanía» con aquellos que se empeñan en dignificar del trabajo,
«del que el cuidado de la salud y la vida forman una parte muy
importante».
Juan
Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Fuente:
Alfa y Omega