3 PRUEBAS DE LA PRESENCIA REAL DE CRISTO EN LA EUCARISTÍA

En el tiempo de la incredulidad, paradójicamente, la presencia real de Cristo en la Eucaristía se reconoce por las pruebas que aportan quienes más lo odian

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El tiempo que nos ha tocado vivir es el de la contradicción: quienes se dicen incrédulos creen en absurdos: supersticiones, energías, piedras poderosas... sin embargo, la indiscutible verdad de la presencia real de Cristo en la Eucaristía les parece cosa de locos.

Y, paradójicamente, quienes más pruebas aportan sobre esta sublime realidad son sus enemigos.

Las pruebas de su presencia real

Los creyentes no tienen dudas de que Jesús se ha quedado en el pan y en el vino. Su enseñanza es clara en el evangelio de san Juan:

"El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él".

(Jn 6, 54-56).

Pero para los no creyentes, hablaremos de tres pruebas que acreditan que Jesús está en la Eucaristía.

1.Los demonios de la Biblia

Encontramos pasajes bíblicos en donde Jesús ordena callar a los demonios porque saben quién es Él. No quiere que esos espíritus quienes den fe de su divinidad, sin embargo, ellos lo reconocen, como lo leemos en Marcos 5:

"Apenas Jesús desembarcó, le salió al encuentro desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu impuro [...] Al ver de lejos a Jesús, vino corriendo a postrarse ante él, gritando con fuerza: '¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me atormentes!'"

(Mc 5, 6; 6-7)

Además, saben que Él todo puede hacerlo, por eso no hay duda de que pudo quedarse en el pan y el vino consagrados.

2. Los satanistas que se lo roban

Actualmente, quienes se dedican a dar culto a Satanás ¡también saben que Jesús vive y está en el pan y el vino eucarísticos!, por eso roban las hostias consagradas de las iglesias para hacer sus infames ritos.

De ello tenemos lamentables noticias cada vez con más frecuencia. Y, por supuesto, los exorcistas saben que los demonios reconocen a Jesús sacramentado.

3. Los científicos ateos

Para quien desee tener una prueba tangible están los milagros eucarísticos. Hoy no faltará quien diga que se trata de trucos bien logrados gracias a la tecnología, pero para muestra tenemos el más antiguo en Lanciano, Italia, que data del año 700. Las especies del pan y el vino convertidas en carne y sangre no podrían haber durado 1300 años si se tratara de un fraude.

Además, el testimonio de científicos ateos, hoy conversos por sus investigaciones, dan fe de la autenticidad de la carne y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, como es el caso del Doctor Ricardo Castañón Gómez, investigador de los milagros eucarísticos desde hace más de cuarenta años y quien da su testimonio en conferencias por todo el mundo.

Que nuestra fe se vea fortalecida para creer firmemente en que Jesús se ha querido quedar como el alimento espiritual al que podemos acceder cada vez que vamos a Misa.

Mónica Muñoz

Fuente: Aleteia