DIÓCESIS SUSPENDE ACTO CON EL PRESIDENTE DE LOS OBISPOS DE ESPAÑA POR PRESIONES POLÍTICAS

El Obispado de Vic (España) suspendió actos presididos por el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, por “acciones contrarias y limitativas de la libertad religiosa” impulsadas por grupos políticos comunistas y secesionistas

Mons. Luis Argüello, Arzobispo de Valladolid y presidente
de la Conferencia Episcopal Española. | Crédito: CEE

La ciudad de Vic, situada a unos 70 kilómetros al norte de Barcelona, celebra este año el 400 aniversario de la muerte de San Miguel de los Santos, religioso de la Santísima Trinidad  patrón de la localidad, copatrono de la Adoración Nocturna Española y canonizado por Pío IX.

El viernes 4 de julio, la Diócesis de Vic emitió un comunicado en el que anunciaba la suspensión de las celebraciones litúrgicas al conocer “la convocatoria y preparación de varias acciones contrarias y limitativas de la libertad religiosa”, y temiendo “que estas actuaciones podrían poner en peligro la seguridad de las personas y del patrimonio cultural”.

Estaba previsto que Mons. Argüello, en calidad de Arzobispo de Valladolid, presidiera una Eucaristía en la Catedral de San Pedro y participara en otros actos conmemorativos en la casa natal del religioso trinitario. 

En las últimas semanas, algunos grupos políticos de la localidad, como la independentista Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y la agrupación comunista En Comú-Podem de la localidad, habían mostrado su rechazo a la presencia de Mons. Argüello. 

A través de sus redes sociales, ERC acusó al prelado de haber menospreciado “los derechos del colectivo LGTBIQ+”, negar a las mujeres “el derecho a decidir sobre su cuerpo”, callar “ante los abusos sexuales en la Iglesia” y situarse “contra el derecho a decidir y la amnistía”, en referencia a quienes protagonizaron un intento de golpe de estado secesionista en 2017.  

Por su parte, el líder de En Comú PodemArnau Martí, afirmó que “Vic no necesita ni sermones ni consignas de extrema derecha”, y aseguró que Mons. Argüello “hace campaña por Vox y exige elecciones desde el altar”. 

“No queremos esta ultraderecha disfrazada de sotana en la Fiesta Mayor de Vic. Que no nos ensucien la plaza”, añadió. 

El grupo de acción callejera independentista CDR (Comité de Defensa de la República) también se manifestó en contra de la presencia prevista de Mons. Argüello en Vic y pretendía boicotear la celebración de la Eucaristía en la catedral: “La pitada de fuera será tan ensordecedora que dentro de la catedral ninguno podrá oír la homilía del obispo ni la predicación del arzobispo”.

Quién fue San Miguel de los Santos

Miguel Argemir y Mitjà nació en Vic el 29 de septiembre de 1591. Fue el séptimo hijo de Enrique y Montserrat. En su casa se recitaba diariamente el rosario y se leían los evangelios. 

Según se publica en el sitio web de los trinitarios, Miguel que era un niño bueno y en su infancia “llamaban la atención su piedad y su espíritu de sacrificio” hasta el punto de que se cuenta que “se acostaba debajo de la cama y que usaba una piedra como almohada”. 

Huérfano a los 11 años, vivió con unos tíos dedicados al comercio, actividad que no se le daba bien. Un año más tarde es admitido como monaguillo en los trinitarios calzados de Barcelona. A los 15 años, se traslada al convento trinitario de San Lamberto, a las afueras de Zaragoza, donde realiza su profesión en 1607. Ese mismo año conoce a fray Manuel de la Cruz, trinitario descalzo, y se identifica con su camino de austeridad. 

Inició el noviciado como trinitario descalzo en 1608 y al año siguiente emitió sus votos como trinitario descalzo tomando el nombre de Miguel de los Santos. 

Enviado a Salamanca para cursar Teología, se cuenta que, mientras predicaba los misterios de la encarnación “dio un grito y se elevó, como a la altura de un metro, con los brazos en cruz y con su mirada fijamente clavada en un punto misterioso. Así estuvo durante un cuarto de hora”.

Ordenado sacerdote en 1617, “su fama de santo empezó a circular por toda España gracias a las conversiones milagrosas que conseguía. Para preparar sus sermones se pasaba tres días en oración a los pies de un crucificado y otros tres estudiando lo que en el cuaderno había escrito”. 

Los éxtasis del santo eran frecuentes  así como otras experiencias místicas que quedaron consignadas en un tratado espiritual titulado La tranquilidad del alma. En él se recoge “el intercambio místico de corazones entre Jesús y Miguel, sucedió ante el sagrario cuando estaba de oración una noche de gracia”.

Murió en Valladolid a consecuencia de unas fiebres tifoideas a los 33 años. El Papa Pío VI lo beatificó el 24 de mayo de 1779 y fue canonizado por el Papa Pío IX el 8 de junio de 1862.

Por Nicolás de Cárdenas