En su discurso, el Pontífice ha reflexionado sobre estos tres verbos: adorar, servir, caminar
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Ha recibido en
el Palacio Apostólico del Vaticano a los miembros de la Archicofradía de los
Santos Juan Bautista y Evangelista de los Caballeros de Malta, de Catanzaro
(Calabria), en un encuentro enmarcado en el Jubileo, tiempo de reconciliación y
esperanza, en un gesto más de cercanía a la religiosidad popular
El Papa ha
empezado el año cumpliendo con su agenda de citas. Este viernes ha recibido en
el Palacio Apostólico del Vaticano a los miembros de la Archicofradía de los Santos Juan Bautista
y Evangelista de los Caballeros de Malta, de Catanzaro (Calabria), en un
encuentro enmarcado en el Jubileo, tiempo de reconciliación y esperanza, en un
gesto más de cercanía a la religiosidad popular.
Esta cofradía
ofrece cada año a la basílica de Letrán, una de las cuatro papales, el cirio
pascual, junto con una ofrenda por la caridad del Papa. En su discurso, el
Pontífice ha reflexionado sobre estos tres verbos: adorar, servir, caminar.
Especialmente
en este Año Santo, les ha invitado a «cultivar la oración con gran empeño,
personal y comunitaria» para que sea la fuerza que renueve constantemente su
antigua fraternidad.
La segunda
acción es servir. «Cuando cuidas de los pobres, cuando visitas a los enfermos,
cuando estás en compañía de los que sufren, sirves al Señor que nunca debemos
olvidar», ha declarado el Papa.
Así les ha
instado a prolongar su caridad cuando al acercarse «a los pequeños y a los
necesitados con compasión y ternura». Entonces «vuestro testimonio de devoción
a Dios y de entrega a tus hermanos y hermanas brillará para todos a lo largo
del camino».
«Existe un
vínculo muy estrecho entre la adoración y el servicio», ha asegurado en este
sentido.
Caminar es el tercer verbo que ha desarrollado el Pontífice para lo que ha pedido mantener encendida «la antorcha de la fe durante la peregrinación terrenal».
Victoria Isabel Cardiel C.
Fuente: Alfa y Omega