Fe, calma y confianza
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Están revisando
y reparando la maquinaria de la huerta, por lo que su espacio donde la
guardamos ha quedado vacío estos días. Ayer, al pasar, vi que estaba repleto de
hojas y me dediqué a barrerlo para que, cuando la traigan, esté limpio.
Después de un
buen rato, tenía todo amontonado y de repente, empezó a soplar el viento. Las
hojas volaron, parecía que se reían de mí y volvían a su lugar. No me lo podía
creer… “¡No por favor, que llevo toda la tarde barriendo!” No había manera.
Al principio
luché inútilmente contra las hojas, pero al ver que no paraban de volar y
volverse contra mí, la situación se me volvió cómica y no pude evitar reírme.
Cuando perdemos
el control de algo o no sale como esperamos, suele venir la frustración y
luchamos contra ello. Jesús, en la tormenta, pregunta a los discípulos por qué
se asustan. La fe, la calma y la confianza es el antídoto que les daba ante las
dificultades, ante el viento que no depende de nosotros: mantener la calma y
confiar en Él.
El viento y las
hojas, en realidad, no eran mis enemigos. Solo es mejor esperar a que amaine y
soltar nuestros planes. La manera de hacerlo es poner tu mirada y tu corazón en
Jesús. Esperar en Él. Cuando te sabes en Sus manos, puedes descansar y llegar a
reírte ante lo que te sale al revés o lo que se vuelve contra ti. Él da la paz
en medio de la tormenta.
Si pierdes el
autobús, enfadarte solo te hará perder la paz. Quizá el Señor quiere que des un
paseo, que hables con alguien… Lo que en nosotros es enfado, en Cristo son
nuevos caminos que te muestra; está vivo y quiere que le dejes las riendas.
Hoy el reto del
amor es que esperes en Él. Cuando algo no salga como esperabas, mira a Jesús,
confía, deja que coja las riendas y te muestre un camino nuevo. ¿Qué quiere Él
de ti?
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
04 agosto 2024
Fuente: Dominicas de Lerma
