Un viaje en bicicleta
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Desde hace algún tiempo, una hermana está
deseando arreglar la bicicleta para ponerla en marcha y así utilizarla para
salir a pasear.
Así que recientemente la sacó del trastero,
toda llena de polvo y destartalada, y la llevó a su taller. Al verla, me
recordó a mi primera bicicleta, con la que aprendí a montar. ¡Qué recuerdos!
Por aquel entonces, solo pedaleaba por la ilusión de saber montar en bici. No
tenía ni meta ni iba a ningún lugar, simplemente iba "de farola a
farola" en el paseo marítimo, que era todo lo que alcanzaba la vista de mi
abuelo.
Al recordar aquello, me daba cuenta de que la
vida es como un viaje en bicicleta. Unas veces pedaleamos solo movidos por la
ilusión; otras veces lo hacemos meramente porque hay que avanzar; otras nos
esforzamos por lograr nuevas metas, buscando casi más una mejora personal; pero
la plenitud está cuando tan solo disfrutamos del viaje, pedaleando por amor.
¡Toda la diferencia está en el corazón! ¿Qué es
lo que nos mueve a vivir el hoy, a luchar, a realizar las pequeñas cosas del
día a día? Lo que marca la diferencia en mi día es vivir sumergidos en el Amor
del Señor, y para amar.
Cuando vivimos así, vivimos bajo los cuidados
de un Padre que nos ama, que se ocupa y protege nuestra vida, y que nos invita
a ser verdaderamente felices en lo sencillo de la vida. Vivir así es permanecer
colgados de Cristo, enamorados de Él al experimentar cómo nos ha amado
primero...
¿Nuestra preocupación? Vivir de Cristo. Lo que
se sale de ahí… ¿realmente nos pertenece?
Hoy el reto del amor es disfrutar del viaje.
Vamos hacia el cielo, con la mejor compañía, y con seguro a todo riesgo… ¡Hoy
experimenta la felicidad de vivir amando!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
23 julio 2024
Fuente: Dominicas de Lerma