La crianza de los hijos puede resultar un poco desalentadora a veces. Estos santos hombres y mujeres serán grandes compañeros de oración en esta etapa
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Ser padre puede ser excepcionalmente feliz; sin
embargo, también puede ser una fuente de gran estrés. Podríamos preguntarnos si
estamos haciendo un buen trabajo como padres, o tal vez cuando estemos agotados
simplemente queramos rendirnos. Los Santos te pueden ayudar.
Afortunadamente, hay una gran cantidad de
santos a quienes invocar para ayudarnos a aguantar y no solo abrazar la
paternidad, sino también criar a los hijos en un ambiente repleto de amor y
compasión. A continuación te presentamos algunos poderosos intercesores que
están disponibles para guiarte en tu viaje.
Conocida por su fe inquebrantable y su
perseverancia en la oración, santa Mónica es un faro de
esperanza para los padres que enfrentan desafíos con sus hijos. Su firmeza al
orar por su hijo descarriado, san Agustín, quien finalmente se convirtió al
cristianismo, demuestra el poder de la paciencia y la perseverancia en la
crianza de los hijos.
Recurrir a Santa Mónica puede brindar
consuelo y aliento a los padres que atraviesan tiempos difíciles con sus
hijos , recordándoles que nunca pierdan la esperanza y que sigan confiando
sus preocupaciones a Dios.
Como padre terrenal de Jesús, san
José es un ejemplo de humildad, paciencia y altruismo en la crianza de
los hijos. Enfrentó numerosos desafíos, incluido proteger a su familia del
peligro y satisfacer sus necesidades. La silenciosa fortaleza de san José y su
devoción a su papel de padre lo convierten en un intercesor ideal para los
padres que se esfuerzan por emular sus virtudes.
Recurrir a él puede ofrecer a los padres
orientación e inspiración para criar a sus hijos con amor, sabiduría y
humildad , fomentando una base sólida para su crecimiento y desarrollo.
Santa Ana, madre de la santísima Virgen María,
es venerada por su espíritu nutritivo y su fe devota. Ella jugó un papel
crucial en la crianza de María, quien se convirtió en la madre de Jesús. La
naturaleza amable y compasiva de santa Ana sirve como modelo para los padres
que buscan cultivar un ambiente amoroso y de apoyo para sus hijos.
Acercarse a santa Ana puede brindar a los
padres aliento y orientación para fomentar vínculos familiares fuertes, nutrir
el crecimiento espiritual de sus hijos e inculcar valores de compasión, bondad
y fe.
Conocido como el santo patrón de las cosas
perdidas, también se invoca a san Antonio de Padua por su sabiduría y
perspicacia. Su capacidad para conectarse con las personas a un nivel profundo
y su reputación de ayudar a encontrar objetos perdidos lo convierten en un
valioso aliado para los padres que enfrentan desafíos para comprender y comunicarse
con sus hijos.
Orar a san Antonio puede proporcionar a
los padres orientación y discernimiento para abordar las necesidades de sus
hijos, ya sea consejo sobre disciplina, resolución de conflictos o fomento de
su desarrollo espiritual.
Como madre de Santa Teresa de Lisieux y de otros ocho
hijos, santa Celia experimentó de primera mano las alegrías y las luchas de la
paternidad. Su fe inquebrantable, su resiliencia y su dedicación a su familia
en medio de pruebas y dificultades la convierten en una figura inspiradora y
con la que los padres modernos pueden identificarse.
El ejemplo de esta santa francesa recuerda a
los padres la importancia de confiar su vida familiar a la providencia de Dios.
Recurrir a santa Celia puede ofrecer a los padres aliento, fortaleza y
esperanza en su camino de criar y cuidar a sus hijos, sabiendo que no están
solos en sus desafíos y que Dios siempre está presente para guiarlos y
apoyarlos.
Cerith
Gardiner
Fuente: Aleteia