Las cifras de matriculación en la asignatura de religión siguen descendiendo mientras la actual ley de educación no cuenta con la nota de esta materia
La actual ley de educación,
abreviada LOMLOE, y más conocida como Ley Celaá, no cuenta la asignatura de
religión para la nota media en el curso escolar. Hoy la
asignatura de Religión es una materia optativa y no pondera.Dominio público
La Fundación Edelvives presenta
la campaña: ''La clase de Reli cuenta'' con unos materiales para
trabajar por comeptencias, qué señas de identidad debe
tener un educador cristiano o cómo estar en la vanguardia
educativa.
Antonio Fernández, de la Fundación Edelvives
explica el comienzo del proyecto. ''Desde el equipo editorial y con los
profesores con los que contamos, decidimos poner en valor la asingatura''. La
clase de Religión tiene una aportación y valor, ''por eso está en la
esneñanza pública'', asegura Fernández.
La clase de
Religión conecta con el interior de los alumnos, les pone en conexión con Dios,
abre al otro, ayuda a coger y descubre el amor incondicional de Jesús. Vincula a profesores, alumnos, a la Iglesia,
la familia y sociedad. ''La clase de Religión ayuda a
establecer vínculos''.
En el curso
2022/2023 se matricularon un 2'8% menos alumnos que en el curso anterior en la
asignatura de religión, sobretodo en los colegios privados. En infantil y secundaria reciben la materia el
56% de los estudiantes, primaria 6 de cada 10 lo hacen en primeria, y
en bachillerato bajamos al 40%.
''Frente al
ataque global contra la clase de religión, hay que protegerla. Los padres
tienen derecho a educar a sus hijos en libertad'', afirma Santi Vedrí citando la Constitución Española. En
esa línea, Julio Llorente asegura que es ''partidario de que los niños vayan a
clase de religión para que vayan al Prado y se enteren de algo''.
Hemos
hablado con Mariola Forteza, del colegio Juan de la Cierva en Palma de
Mallorca. Es profesora de religión en primaria, secundaria y bachillerato.
Imparte lengua, matemáticas y religión. Afirma que los niños van con igual
ganas a las tres asignaturas. En cuanto a los padres, ''se ha reducido la
cantidad de niños que se matriculan'', constata.
Tiene muy
claro que ''es una asignatura my completa. No solamente aprendemos conocimientos e
historia, también la parte interna de los hijos. La
empatía, tratar bien a los demás''. En base a su propia experiencia, afirma que
los profesores de religión tienen que ''tener ganas de enseñar, estar formados
y tener fe''.
Fuente: ECCLESIA