El arzobispo de Oviedo denuncia su «resignificación»
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En un artículo publicado en el ABC, Mons.
Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo, critica los intentos de desnaturalizar
el sentido original del Valle de los Caídos, alertando de una estrategia
política que impone el resentimiento frente a la reconciliación. El prelado
reivindica el valor espiritual y pacificador de la Cruz y de la comunidad
monástica que allí reside.
En su artículo titulado Un Valle sin vallas, publicado en la edición digital
de La Tercera del diario ABC, el arzobispo de
Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, ofm, lamenta el proceso de «resignificación»
del Valle de los Caídos impulsado por sectores del actual gobierno, al que
acusa de promover una «fijación ideológica beligerante contra la memoria
cristiana».
El prelado relata cómo, durante la última
Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, se produjeron
manifestaciones frente a la sede del episcopado en Madrid por parte de personas
preocupadas por el futuro del Valle. Aunque muestra comprensión por su
inquietud, recuerda que ese no era el lugar adecuado para expresar tales
protestas.
Mons. Sanz Montes destaca la carga
espiritual y simbólica de la Cruz monumental que preside el enclave,
defendiendo su significado cristiano como signo de redención, reconciliación y
oración por todos los caídos de ambos bandos de la Guerra Civil. Subraya que
fue erigida sin adscripción política, como indicó San Juan XXIII al inaugurar
la basílica y encomendarla a los monjes benedictinos.
El arzobispo denuncia que se pretenda
imponer «una memoria sesgada y mal llamada ‘democrática’», que excluye el
componente cristiano e histórico del lugar, en favor de una «neutralidad
religiosa» que en realidad desemboca en un laicismo excluyente. A su juicio,
los intentos por reconfigurar el sentido del Valle responden a intereses
partidistas que buscan reabrir heridas cerradas y utilizar políticamente el
pasado.
En ese sentido, denuncia que se haya
perturbado el descanso de los allí sepultados con «inhumaciones de encargo» y
que se proyecte una transformación del uso de la basílica que relegue la
liturgia cristiana a un lugar secundario, en favor de propuestas ideológicas
ajenas al espíritu de reconciliación con el que fue concebida.
Mons. Sanz Montes concluye recordando las
palabras de San Juan XXIII, quien definió el lugar como un espacio de oración y
unidad nacional bajo el signo de la Cruz. El arzobispo reivindica la misión de
la comunidad benedictina, que sigue orando allí por el perdón, la paz y la
verdadera concordia entre españoles.
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Fuente: infoCatólica