Esta iglesia parroquial de Níger quiere ser un espacio de acogida para 400 alumnos de enfermería y un "rincón discreto" para las más de 200 personas afectadas por el virus del SIDA
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P. Isidro Izquierdo. Dominio público |
"Níger
es el país más pobre del mundo según el índice de desarrollo humano de la ONU,
a esto hay que sumar las hambrunas, que por si fuera poco, se mezclan con el terrorismo,
lo que resulta una situación muy difícil y sin alternativas a la violencia y a
la falta de futuro. De
ahí la inminente necesidad de crear un centro, nuestra parroquia",
ha explicado Izquierdo.
Esta iglesia parroquial
de Níger quiere ser un espacio de acogida para 400 alumnos de enfermería "que vienen de Benín, país vecino, y necesitan
estudiar, reunirse, o simplemente funcionar como grupo".
Además, pretende ser un centro de salud para niños malnutridos que atiende esta
comunidad católica, en un país con más del 95 % de población musulmana.
De igual
forma, ofrecerá un "rincón
discreto" para las más de 200 personas afectadas por el
virus del SIDA y que
son atendidas desde la parroquia, donde, en un ambiente familiar, reciben
medicamentos y ayudas. Según ha indicado Isidro Izquierdo,
también acogerá un taller de reflexión y encuentro para los grupos de mujeres
que trabajan por el desarrollo y bienestar de las familias "luchando contra el desempleo y el hambre".
Los mayores que
tuvieron que abandonar la escuela y dejar de lado su educación, también serán acogidos en esta nueva parroquia
que se quiere construir, facilitándoles el acceso a la lectura y la escritura
en sus lenguas maternas, Haussa y Djerma.
Isidro
Izquierdo ha animado a la colaboración de todos ya que "nuestra Iglesia quiere ser un lugar visible
para una minoría católica y perseguida que luchamos junto a los pobres contra
la pobreza". "El presupuesto para construir nuestra
iglesia es de 186.000 euros, os pedimos participar según vuestras
posibilidades y las de vuestras parroquias, todo servirá de ayuda y será
bienvenido", ha indicado. Hasta ahora parroquias y
sacerdotes de la diócesis han colaborado con una aportación de 3.600 euros con
los que toda la comunidad parroquial está fabricando bloques de cemento.
Fuente: ECCLESIA