El 75% de las 200 personas escogidas por sorteo reunidas en la Convención Ciudadana están a favor de abrir el acceso a la ayuda activa a la muerte
Dominio público |
Un
documento de 26 páginas argumenta esta opinión de los profesionales
de la salud que rechazan categóricamente el planteamiento de la
eutanasia y que recuerdan las breves palabras del juramento
hipocrático: "Nunca provocaré deliberadamente la muerte".
Oposición masiva del sector de la
salud
Se
trata de una declaración relevante que confirma la oposición masiva del sector
salud al plan para legalizar la eutanasia y el suicidio asistido actualmente
impulsado por algunos líderes políticos y que está en el
centro de la Convención Ciudadana sobre el final de la vida en la que
participan 200 personas escogidas por sorteo.
Al término de casi tres meses de debate, a la pregunta: "¿Hay
que abrir el acceso a la ayuda activa a la muerte?",
el 75% votó "sí" y el 19% votó "no", según los resultados
del escrutinio.
El proceso es de
carácter consultivo y el gobierno no tiene ninguna obligación de
adoptar sus conclusiones.
Preocupación
de los cuidadores
Tras
la votación del domingo 19 de febrero de la Convención de Ciudadanos sobre el
final de la vida a favor de la asistencia activa al morir, el
arzobispo de Rennes, Mons. Pierre d'Ornellas, se muestra sorprendido de que no
se escuchen las preocupaciones de los cuidadores, según
recoge el diario La Croix.
El
documento de 26 páginas de los 800 profesionales de la salud es el resultado de
una reacción colectiva al Dictamen 139 del Consejo Nacional Consultivo de Ética
de Francia, según el cual la eutanasia y el suicidio asistido podían ser
actos "éticos", informa el diario francés Famille Chretienne.
Al señalar un "gran cambio de enfoque" y su "clara ruptura"
con las opiniones anteriores, las trece organizaciones quisieron
reflexionar sobre las consecuencias "éticas y prácticas" que
tendría en la práctica de los cuidadores "la administraron de la
muerte" y recabar la opinión de sus miembros. Estas "reflexiones
éticas interprofesionales" son el resultado de la firma del
Consejo Nacional Profesional de Enfermería y también de
varias organizaciones que representan a los profesionales de la oncología
o la vejez.
Efectos de legalizar la muerte
administrada
Varios
temas principales emergen de esta encuesta destinada a “informar al legislador
ya la opinión pública” sobre los efectos de legalizar la “muerte administrada
médicamente” en las “prácticas de cuidado” .
Porque
son ellos los que se ocupan en primer lugar, ya sea de realizar el acto de
matar (eutanasia) o de prescribir el producto letal (suicidio asistido). Además del
debilitamiento de los equipos de salud ya muy sacudidos por un sistema en
crisis, tal legalización “llevaría inevitablemente al legislador a
subvertir la noción misma de cuidado”, dice el documento.
Al
“romper” la ética médica, conduciría a un “cambio ético importante al
crear un verdadero “mandamiento de muerte” sobre
“las personas más vulnerables. La legalización de una
forma de muerte médicamente asistida supondría un cambio esencial en la ética
del cuidado y transformaría fundamentalmente la definición de
cuidado", señala dicho documento.
Carácter cambiante de la voluntad
Una
de las partes del documento está dedicada a las solicitudes de muerte, un
problema bien conocido por los profesionales de la salud.
"Todos los profesionales de la salud estamos de acuerdo en la necesaria
implementación de una escucha activa y solidaria de estas solicitudes",
afirma el texto que recuerda que esto permite en la mayoría de los casos
identificar los orígenes de esta solicitud y, tratándolos con cuidado,
reducirlos y hacerlos desaparecer.
También
subraya la ambivalencia de las exigencias y el carácter “cambiante” de
la voluntad, “sobre todo cuando la persona se enfrenta a un pronóstico vital
comprometido a medio o corto plazo”. Ante situaciones
"muy raras donde los pacientes, en plena conciencia y debidamente
atendidos, pedirían a otro ciudadano que transgrediera su ética así
como el Código Penal para responder a su deseo, las organizaciones firmantes
consideran que la respuesta positiva a esta solicitud no entra dentro el
alcance de la atención y que no debe ponerse en
entredicho el marco normativo y ético claro, garantía del buen
funcionamiento del sistema de salud ”.
Personas que ingresan tras un intento
fallido de suicidio
Respecto
al suicidio, que es objeto de una importante política de prevención,
mientras que en Francia cada año entre 80.000 y
90.000 personas son hospitalizadas tras un intento de suicidio. ¿Cómo
podrían los profesionales de la salud conciliar el mandato simultáneo de tratar
a los perpetradores de intentos fallidos de suicidio y satisfacer la solicitud
de un paciente que desea recurrir al suicidio asistido?
“El
acto de matar de ninguna manera puede legalizarse", dicen las trece
organizaciones, alineadas en el mismo rechazo. "Legalizar la
eutanasia enviaría un mensaje de insostenibilidad a las personas
mayores dependientes y a los profesionales de la salud que
los atienden", dicen los profesionales en el documento.
Fuente: ReligiónConfidencial