El 21 de febrero se celebra a San Pedro Damián, quien es doctor de la Iglesia y un gran reformador eclesial de su época. En una ocasión escribió una carta en la que indica qué hacer cuando se tiene muchos problemas y sufrimientos.
San Pedro Damián. Crédito: Dominio Público |
“Hijo mío, cuando te acerques al temor
de Dios, prepárate para las pruebas; mantén el corazón firme, sé valiente”.
San Pedro Damián precisa que para los cristianos cualquier
adversidad no es un castigo, sino una corrección paterna.
Haciendo referencia a Job, del Antiguo Testamento, quien pasó
muchas desgracias pero nunca renegó del Señor, el santo indica que los elegidos
de Dios ven sus pruebas como un consuelo porque en estos momentáneos
sufrimientos avanzan en el camino al cielo.
Luego el santo anima a no deprimirse en estas circunstancias y
pide evitar la murmuración, las lamentaciones, la tristeza y el desgano.
En cambio, indica que se debe tener un rostro sereno, una mente
alegre y dar gracias porque el Señor permite estas aflicciones temporales para
librar a los suyos del castigo eterno.
San Pedro Damián concluye su carta recordando que después de la
tristeza llega la alegría y el gozo.
“Que la esperanza te levante ese gozo, que la caridad encienda
tu fervor. Así tu mente, bien saciada, será capaz de olvidar los sufrimientos
exteriores y progresará en la posesión de los bienes que contempla en su
interior”, puntualizó.
Por Abel
Camasca
Fuente: ACI