Puede que te
resulte difícil considerar tu trabajo como algo sagrado. Sin embargo, lo cierto
es que el tiempo que dedicas a tus tareas profesionales ¡puede ser una oración!
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Gorodenkoff/ Shutterstock |
1.- REZA ANTES DE EMPEZAR
Antes
de dejarte arrastrar por el torbellino de las tareas diarias, dirígete a Dios y
pídele que te bendiga durante tus tareas. Puedes hacerlo con tus propias palabras
o utilizar una regla ya preparada. He aquí un ejemplo:
«Dios, Padre nuestro, a Ti confío mis
deberes de hoy, mi trabajo y la fatiga de todo el día. Que bendigas mis
esfuerzos, para que den buenos frutos de amor, para tu gloria. Amén. Para que
no olvide el Amor que me facilita la vida y el trabajo».
2.- SACRIFICIO
Ofrecer
a Dios el propio trabajo es una forma estupenda de convertirlo en oración, y
así acercarse al Padre a través de él. San Josemaría Escrivá escribió una vez
que «una hora de estudio para el apóstol moderno es una hora de oración». Sin
duda, una hora de trabajo puede convertirse también en una hora de oración.
Siempre, claro está, que realicemos
nuestras tareas con diligencia, corazón y plena entrega.
3.- COLOCA UNA IMAGEN DE UN SANTO CERCA
Colocar
una imagen de un santo patrón o de María, por ejemplo, cerca de tu escritorio u
ordenador, hará que siempre que la mires te recuerde el propósito de tu
trabajo, que también puede ser un camino para seguir a Jesús y obtener la
salvación. Si no tienes una imagen, bastará con un crucifijo o un rosario
colocados en un lugar destacado.
4.- DESCANSA TODO LO QUE PUEDAS
En
el Catecismo leemos que: «El trabajo es para el hombre, no el hombre para el
trabajo» Por eso es tan importante que también podamos descansar. Tomarse un respiro
para relajarse trae cosas buenas, tanto para el espíritu como para el cuerpo.
Una mente descansada es capaz de trabajar a toda velocidad.
Por esta razón, la relajación aumenta
nuestra productividad. Sin embargo, es importante descansar en beneficio de la
mente. Cuando te tomes un descanso, es buena idea dejar de hacer scroll en el
móvil y, en su lugar, rezar, tomar una comida nutritiva, hablar con un amigo o
dar un paseo por el bosque.
Theresa Civantos Barber
Fuente: Aleteia