“El anuncio y la realización de la promesa de Dios se ha visto en los tantos testimonios de amor generoso y gratuito que hemos presenciado durante todos estos meses de pandemia”
“Qué pertinente, en este contexto, es la llamada de este Congreso: ¡Proclama la promesa! Necesitamos anunciar y recordar que tenemos la promesa de Dios y que Dios siempre cumple sus promesas”. Lo ha dicho el Pontífice a través de un video mensaje que ha sido publicado durante la ceremonia de apertura del Congreso de Educación Religiosa 2021 organizado por la Archidiócesis de Los Ángeles del 18 al 21 de febrero, con motivo de su 65 aniversario y el 50 aniversario del “Día de la Juventud”.
También ha
hablado de este periodo de pandemia, asegurando que “ha marcado profundamente
la vida de las personas y la historia de nuestras comunidades”. Por eso – dice
– “ante esta y otras realidades es necesario construir el mañana y para ello
hacen falta el compromiso, la fuerza y la dedicación de todos. Hace falta
actuar con estilo del Samaritano, que implica dejarse golpear por lo que veo,
sabiendo que el sufrimiento me va a cambiar y con el sufrimiento del otro me
debo comprometer”. Además – subraya – el anuncio y la realización de la promesa
de Dios se ha visto en los tantos “testimonios de amor generoso y gratuito que
hemos presenciado durante todos estos meses” y los cuales “han dejado una
huella imborrable en las conciencias y en en el tejido social, enseñando cuán
necesaria es la cercanía, el cuidado, el acompañamiento y el sacrificio para
alimentar la fraternidad”.
Recordando
estos testimonios, Francisco pide que no olvidemos un principio universal: “de
la crisis nunca se sale igual, se sale mejor o se sale peor, pero nunca se sale
igual”. Y es precisamente en las crisis donde “se revela el propio corazón –
dice - su solidez, su misericordia, su grandeza o su pequeñez”.
Al final del
mensaje, se ha dirigido a los jóvenes, a quienes les ha pedido que el impulso
que vivan y compartan en este Congreso de Educación Religiosa debe ser soñar
juntos y mirar hacia delante: “Los sueños se construyen juntos. Soñemos como
una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de
esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de
sus convicciones, cada uno con su propia voz, pero sí, todos hermanos”. Además,
les ha invitado “a la esperanza” y a ser “los poetas de una nueva belleza
humana, una nueva belleza fraterna y amigable”.
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
Vatican News