En el día de la Inmaculada Concepción, el saludo del Papa a los soldados que controlan la seguridad de la Ciudad del Vaticano
El Papa Francisco concluyó el día
de la fiesta de la Inmaculada Concepción con un particular fuera de programa.
De regreso al Vaticano, después de rendir homenaje a la estatua de María en la
Plaza de España, las visitas a Santa María Mayor y a la Plaza de San Pedro, el
Pontífice hizo detener su coche delante de la guarnición, donde se alojan los
soldados italianos encargados de la seguridad de la Ciudad del Vaticano,
pertenecientes a los Lancieri di Montebello.
El Pontífice bajó del automóvil y saludó, uno por uno, a los soldados y
graduados. Después de agradecerles su servicio, el Santo Padre les dejó un
regalo. Palpable la emoción de los soldados, que no se esperaban el gesto
afectuoso del Papa Francisco dirigido a quienes realizan un servicio exigente y
lleno de responsabilidad, las 24 horas del día, con sol o lluvia, con calor y
frío.
Giancarlo La Vella - Ciudad del Vaticano
Vatican News