Hoy domingo 7 de junio, Solemnidad de la Santísima
Trinidad, se reza “por quienes continuamente lo hacen por nosotros, a saber,
las personas consagradas contemplativas”
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Día pro orantibus |
Tal como informa la Conferencia Episcopal Española en
el calendario litúrgico de este año – “y afectados por la crisis del
coronavirus y sus consecuencias” – la celebración de la Solemnidad de la
Santísima Trinidad, el domingo 7 de junio, es también la fecha escogida para el
“Día Pro orantibus”
Bajo el lema, “Con María en el corazón de la Iglesia”,
tal como informa la Conferencia Episcopal Española, el domingo 7
de junio, Solemnidad de la Santísima Trinidad, se reza “por quienes
continuamente lo hacen por nosotros, a saber, las personas consagradas
contemplativas”. Y con este motivo, agradecen a Dios esta forma de consagración
que necesita la Iglesia, también a través del Día pro orantibus.
Día pro
orantibus
Para esta ocasión, los Obispos españoles difundieron
un mensaje, firmado por Monseñor Luis Ángel de las Heras Berzal, Presidente de
la Comisión Episcopal de Vida Consagrada, en el que se invita a mirar a María
como:
“Ejemplo para la vida contemplativa que está llamada,
como Ella, a habitar el cuerpo místico de Cristo, de la Iglesia que acompaña a
sus hijos con amor maternal en todo momento, especialmente en los momentos
difíciles”
La vida
contemplativa escondida pero presente, como María
En efecto, explican, al igual que la Santísima
Virgen en la comunidad, "la vida contemplativa permanece escondida a todo
y a todos, pero presente en todo y en todos”. Y si bien no constituye un
miembro entre los demás, representa lo que anima y sostiene todo, es decir el
amor.
El amor
representa lo que anima y sostiene todo
Los Obispos afirman que “la Madre de Jesús es el
primer recuerdo del amor de Dios en el Hijo, y la vida contemplativa es el
recurso del amor de Jesús en la Iglesia". A lo que agregan:
“Una existencia de la contemplación es, al mismo
tiempo, una vida oculta y fructífera para el mundo, al que muestra la luz de
Dios, especialmente cuando las tinieblas se ciernen sobre la humanidad”
Tres
características de la vida contemplativa
Los Obispos españoles destacan tres características de
la vida contemplativa: la primera es que "custodia con fervor la realidad
central de la fe, es decir, el amor de Cristo". Los contemplativos, de
hecho, "mantienen viva la confianza en Dios que, por amor a nosotros, en
el silencio y el frío de la noche, en el rincón más pobre de este mundo, se
encarna para la salvación de todos".
Acogidos por el
corazón compasivo de Dios Padre
La segunda característica es que una existencia de la
contemplación "alienta incansablemente la gran esperanza de la Iglesia,
que es la misericordia del Padre", porque gracias a las personas
consagradas se despierta "la paciencia y la perseverancia de quien sabe
ser acogido por el corazón compasivo de Dios Padre en todas las circunstancias,
incluso en medio de grandes sufrimientos como los de hoy", desencadenados
por la pandemia de coronavirus.
Alegría de
vivir según el Evangelio y la gracia del Espíritu
Finalmente, la vida consagrada contemplativa, como
María, "irradia en el mundo la alegría de vivir según el Evangelio y la
gracia del Espíritu" y, como la Virgen en las bodas de Caná, ofrece al
mundo "el vino de la Buena Nueva, convirtiéndolo cada día en una preciosa
anticipación del banquete del Reino de Dios".
Vatican
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