Acércate
a una iglesia
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer, todas las personas con que hablé, me comentaban qué tal les había ido el paseo. A todos pregunté y me dijeron que habían dado una vuelta a la manzana. Me compartían lo bien que se sentían, lo que habían disfrutado... Un gesto tan sencillo como es dar un paseo ahora te llena de vida.
En lo sencillo es donde está el Señor. Muchas veces hemos complicado todo por las prisas, el agobio, el materialismo... y habíamos olvidado disfrutar de lo sencillo. Y nuestro Dios vive en lo sencillo, que sencillo no es simple. A Jesús le vemos paseando con sus discípulos y hablando con ellos, contándoles sobre su Padre, hablándoles del Reino de Dios.
Quizás tu paseo ha sido solo, pero no es verdad: Él va contigo, camina a tu lado. Y si Le dejas, te muestra el camino. Porque uno de los grandes regalos del Señor es que nunca se aparta de nosotros; quizás tengamos momentos de no verle, pero Él permanece a nuestro lado.
Hoy es domingo, y en nuestro paseo te propongo llegar hasta una iglesia. Quizás te la encuentres cerrada, pero, desde la puerta, háblale a Jesús, Él está dentro. Pídele por todo lo que tienes en el corazón y dale gracias por todo lo que tienes en tu vida. Háblale por la cerradura, y pídele que pronto nos la abran para poder verle y estar con Él. Porque en Él está nuestra vida; sin Él podemos sobrevivir, pero sin Él no podemos vivir.
Hoy el reto del amor es llegar hasta una iglesia y rezar a través de la cerradura.
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma