En la
misa de ayer en casa Santa Marta, Francisco ha rezado por los gobernantes que
tienen la responsabilidad de cuidar a los pueblos
En su homilía,
Papa Francisco ha explicado que en tiempos de crisis uno debe ser muy firme y
perseverante en la convicción de la fe, no es el momento de hacer cambios: El
Señor nos envía el Espíritu Santo para ser fieles y darnos la fuerza para no
vender la fe.
Ayer, sábado de la
tercera semana de Pascua, Francisco ha presidido la misa en la Casa Santa Marta
dirigiendo su pensamiento a los gobernantes:
“Oramos hoy por
los gobernantes que tienen la responsabilidad de cuidar a sus pueblos en estos
momentos de crisis: jefes de estado, presidentes de gobierno, legisladores,
alcaldes, presidentes de regiones … para que el Señor los ayude y les dé
fuerzas, porque su trabajo no es fácil. Y cuando haya diferencias entre ellos,
entiendan que, en tiempos de crisis, deben estar muy unidos por el bien de los
pueblos, porque la unidad es superior al conflicto”.
Ayer, sábado 2
de mayo, 300 grupos de oración se unen a nosotros en oración, los llamados
“madrugadores”: aquellos que se levantan temprano para rezar, hacen un
“madrugón”, para rezar. Se unen hoy, ahora mismo, a nosotros.
En la homilía,
el Papa ha comentado las lecturas de hoy, comenzando por el pasaje de los Hechos
de los Apóstoles (Hechos 9, 31-42) que relata cómo la primera comunidad
cristiana se consolidaba y, con el apoyo del Espíritu Santo, creció en número.
Luego, relata dos eventos con Pedro al centro: la curación de un paralítico en
Lidda y la resurrección de un discípulo llamado Tabità. “La Iglesia
– dice el Papa – crece en momentos de consuelo. Pero hay
tiempos difíciles, persecuciones, tiempos de crisis que ponen a los creyentes
en dificultades. Como dice el Evangelio de hoy (Jn 6, 60-69) en el cual, después
del discurso sobre el pan vivo que descendió del cielo, la carne y la sangre de
Cristo que da vida eterna, muchos discípulos abandonan a Jesús diciendo que su
palabra es dura. Jesús sabía que los discípulos murmuraron y en esta crisis
recuerda que nadie puede venir a Él a menos que el Padre lo atraiga”.
El momento de
crisis es un momento de elección que nos coloca frente a las decisiones que
tenemos que tomar. Esta pandemia es también un momento de crisis. En el
Evangelio, Jesús pregunta a los Doce si ellos también quieren irse y Pedro
responde: «Señor, ¿a quién iremos? Tienes palabras de vida eterna y hemos
creído y sabemos que eres el Santo de Dios». Pedro confiesa que Jesús es el
Hijo de Dios, pero no entiende lo que dice Jesús: come la carne y bebe la
sangre, pero confía. “Esto – continúa Francisco – nos
ayuda a vivir los momentos de crisis. En tiempos de crisis, uno debe ser muy
firme en la creencia de la fe: hay perseverancia, no es el momento de hacer
cambios, es el momento de la fidelidad y la conversión. Los cristianos debemos
aprender a manejar tanto los momentos de paz como los momentos de crisis”. “Que
el Señor – es la oración final del Papa – nos envíe el
Espíritu Santo para resistir las tentaciones en tiempos de crisis y ser fieles,
con la esperanza de vivir después de momentos de paz, y darnos la fuerza para
no vender la fe”.
Vatican News
Fuente: Aleteia