“No
me cambio por España a pesar de todas las cosas que vivamos, si volviera a
nacer volvería a hacer lo mismo”
En
el Día de Hispanoamérica, entrevistamos a padre Matías, misionero en Honduras,
quien lleva 13 años ayudando a niños, ancianos y enfermos, víctimas de la
pobreza y la violencia generada por las bandas criminales en el país.
Hoy
se celebra el Día de Hispanoamérica que este año cumple su 60 aniversario desde
su fundación por la Conferencia Episcopal Española, un día en el que se
recuerda de modo especial a todos los sacerdotes españoles que peregrinan a
América Latina para desarrollar su misión evangelizadora. Este año tiene como
lema, “Comprometidos con la vida de los pueblos”; compromiso que mantienen los
237 sacerdotes diocesanos de la Obra para la Cooperación Sacerdotal
Hispanoamericana (OCSHA) que viven su misión en estos países. Es el caso de
Padre Matías sacerdote misionero español en Honduras y delegado nacional de la
OCSHA en el país.
“Al
llegar a Honduras hace 13 años encontramos un problema bastante serio, que es
el problema de la violencia y la pobreza, lo cual genera una serie de problemas
bastante agudos, tanto es así que muchos niños se ven obligados a vivir en las
calles y esto desemboca en bandas que se organizan para delinquir, robar,
asesinar, extorsionar, raptar, secuestrar… hacen de todo”. Con este relato el
Padre Matías, originario de Cartagena (España), explica la grave situación a la
que se enfrentan diariamente los niños hondureños; escenario que le llevó,
junto a la parroquia Emmanuel, en el departamento de Cortés, a empezar a tomar
acciones rápidas para salvar a esos niños que veían que eran “proclives a
llegar a ese extremo” y empezaron a organizarse para crear “algo” que pudiera
sacarles de ese problema tan grande. “Ser carne de Mara es algo muy terrible
aquí en Honduras – asegura el padre Matías - se entra pero no se sale y si se
sale es con lo que hay por delante”.
Los niños de Honduras
tienen otra salida, se llama “Hogar San Rafael”
Entre
los diferentes proyectos que han puesto en marcha en la parroquia hondureña
Emmanuel, destaca el Hogar San Rafael, un programa para acoger niños de la
calle y ofrecerles educación y alimentación. “El hogar lo que les facilita es
no solamente una educación integral sino que también les da régimen de
internado donde viven y tienen todas las atenciones que necesitan desde la
medicina, la psicología, educación, etc” explica el p. Matías para Vatican
News, asegurando que actualmente cuentan con 18 niños, todos varones, de edades
entre 7 y 19 años.
La vida de 4 hermanos
cambió gracias al hogar San Rafael
El
padre Matías relata la historia de cuatro hermanos que ingresaron en el Hogar,
que no habían ido nunca a la escuela y en el hogar pudieron aprender a leer,
escribir, incluso hicieron sus grados. Actualmente uno de ellos se encuentra en
España, se casó con una voluntaria española y tienen un niño. “A este muchacho
le salvamos a través del programa del hogar de San Rafael, porque era
probablemente una persona que iba a entrar muy prontito en las Maras si seguía
los mismos pasos y no llego a entrar porque le salvamos” dice el p. Matías,
asegurando que es “un orgullo grandísimo y una gran satisfacción”. También
explica que este joven se ha comprometido a ayudar a otros niños del hogar de
San Rafael que como él pasaron por allí: “Él con su actual esposa
periódicamente manda dinero para que los niños vayan saliendo adelante”. Además
puntualiza que es “un gesto muy bonito de saber que lo que recibimos en algún
momento lo tenemos que regresar para que otros niños puedan vivir en mejores
condiciones”.
El problema de la
violencia intrafamiliar, el gran aliado para las Maras
La
violencia intrafamiliar empuja a muchos niños a vivir en la calle, donde se
sienten mejor que en la propia casa y es precisamente ahí, en la calle, “donde
encuentran “amigos” que supuestamente les ofrecen una estabilidad, una ayuda y
poco a poco les van integrando en los grupos hasta que al final se convierten
en miembros de Maras” dice el sacerdote misionero español. De hecho –
puntualiza – aunque parezca paradójico, “se sienten más queridos entre ellos
que en sus propias familias”, pues la “Mara” – continúa – “es su familia”, en
la que “se sienten realizados, se sienten persona, se sienten “alguien
querido””. Y dice “alguien querido” entre comillas porque el precio que tiene
que pagar es altísimo, “a veces hay niños que les han pedido que para ser miembros
de la Mara tienen que matar a alguno de sus familiares, porque son algunos
pasos que tienen que dar hasta que les tatúan con la MC13 o MC18”.
La Mara te abre las
puertas, pero no te deja salir
“Los
buscan, los asesinan, los raptan, los descuartizan y los ponen en lugares
visibles como diciendo ‘esto que hizo él no se hace’ para que sirva de
escarmiento por si alguno piensa en salirse”. Es la descripción minuciosa que
realiza el padre Matías del Modus Operandi de las bandas criminales cuando un
joven quiere salir de ellas. Aunque las Maras no sólo tienen el control sobre
sus miembros, sino sobre toda la población, obligando violentamente a pagar un
impuesto a quien quiera abrir una actividad comercial, incluso a los taxistas:
“El otro día me contaba un taxista que tiene que pagar 800 Lempiras diarios,
eso es mucho dinero para un taxista”.
Las caravanas de migrantes
no son de ahora, llevan años
“Toda
esta situación de violencia y pobreza lleva a muchas personas en el país a
optar por lo que ustedes han visto y ha visto el mundo entero que son las
caravanas de migrantes” dice el delegado nacional de la OCSHA en el país.
Además, el p. Matías asegura que estas caravanas no son de ahora: “llevamos
muchos años donde salen cientos de personas todos los días de cualquier lado
del país para buscar oportunidades mejores y muchos con sus hijos porque saben
que dejar a sus hijos aquí es dejarlos en manos de Maras”.
Un avión privado sale
todos los jueves desde Honduras rumbo Europa
“Tenemos
un avión privado todos los jueves para llegar a España directo, sin pasar por
otro país, por lo que es una garantía para que mucha gente pueda tener una
oportunidad. Si Trump no les abre el muro, la puerta a Europa está abierta por
ahí por ese cauce”.
La
pobreza hondureña: viajar 8 horas para ir al médico, pedir préstamo para
comprar medicinas, ancianos sin pensión
“Vivir
en situación de pobreza es desesperante y si encima te enfermas te caen todos
los problemas encima” dice el padre Matías. Entre los programas de la
parroquia, destaca también un “dispensario” que tiene como objetivo poner las
medicinas al alcance del más pobre y al que acude gente de cualquier
departamento; gente que se hace “hasta 8 y 10 horas de viaje para que le
atienda el médico de cabecera”. Y en este contexto, el Padre Matías cuenta el
testimonio de una señora que le marcó cuando llegó al país: “cuando llegué me
dijo una señora que había sacado un préstamo todos los meses para ir a la
farmacia. A mí se me caían los brazos porque en España pedimos un préstamo para
comprar un coche o para comprar una casa pero no para ir a la farmacia”.
Otro
asunto que le preocupa es el de envejecer en Honduras, que es “complicadísimo”
asegura p. Matías “porque la gente cotiza tan poquito que cuando envejecen no
tienen nada y entonces en el programa que tenemos en la parroquia tratamos de
darle comida a 100 ancianos que viven en situaciones muy pobres”. Además de
tener 5 comedores en el que dan de comer a más de 200 niños todos los días.
Providencia de Dios
"es lo más grande y hermoso del mundo"
Por
último, el misionero español cuenta que han tenido épocas en las que les ha
costado trabajo encontrar productos o incluso no han tenido ni un pedacito de
carne que darle a los niños pero el día menos pensado han recibido la llamada
de algún anónimo para hacer una donación. Situaciones críticas en las que la
Providencia de Dios – concluye el Padre Matías - nunca les ha faltado. “Dios es
muy grande, Dios ayuda, Él es el que toca los corazones para que se abran y se
canalice la ayuda para que llegue a los niños que más lo necesitan, por eso le
pido a la gente que confíe en la Providencia de Dios que es lo más hermoso y lo
más grande del mundo”.
Mireia
Bonilla – Ciudad del Vaticano
Vatican News
