«El Pontífice viene a mostrarnos su afecto paternal»
Una trabajadora de Cáritas frente a un edificio devastado por la explosión en el puerto de Beirut |
El presidente
de la organización caritativa, el padre Michel Abboud, habla a los medios de
comunicación vaticanos sobre cómo el viaje apostólico de León XIV a la Tierra
de los Cedros puede dar un nuevo impulso a su misión humanitaria y devolver la
confianza a todos los libaneses. «El Pontífice viene a mostrarnos su afecto
paternal».
A partir de
2011, la llegada de 1,5 millones de refugiados sirios, que huían de la guerra
que acababa de comenzar en su país, desencadenó un efecto dominó devastador en
las ya débiles finanzas del Líbano. Los servicios sociales y sanitarios se
vieron sometidos a una gran presión. Refugiados en un país de solo 4,5 millones
de habitantes, los sirios se incorporaron al mercado laboral para ofrecer sus
competencias y no tener que vivir de la asistencia social, lo que generó
crueles mecanismos de competencia con los libaneses. Por último, llega la
inestabilidad política. Luego, el 4 de agosto de 2020, la explosión en el
puerto de Beirut. Más recientemente, el recrudecimiento de las tensiones con
Israel. Sin olvidar la pandemia de covid.
A la luz de la
situación de extrema fragilidad en la que se encuentra el país desde hace años,
hablando con el presidente de Cáritas Líbano, el padre Michel Abboud, el viaje
del Papa León XIV a la Tierra de los Cedros adquiere los rasgos simbólicos de
la caricia de un padre a un hijo herido.
Del 30 de
noviembre al 2 de diciembre, el Papa visitará el Líbano. Para usted, ¿cuáles
son las expectativas de los libaneses respecto a este viaje?
Los libaneses
saben bien que la visita del Papa es una visita apostólica, de paternidad. Esta
visita los anima a considerarse parte de la Iglesia. Es una visita de
solidaridad: gracias a ella, el pueblo sabrá que, a pesar de todas las
situaciones difíciles que ha atravesado, no debe sentirse abandonado. La
Iglesia y el mundo están al lado de Líbano. Esto es muy importante para
nosotros: el hecho de que el Papa, el jefe de la Iglesia católica en el mundo,
venga aquí, al país de los cedros y los mártires.
¿Cuáles son
las esperanzas de Cáritas Líbano para esta visita?
Cáritas siempre
tiene presente que el Papa, que es el jefe de la Iglesia, es su responsable,
porque somos una organización de la Iglesia. Cáritas trabaja para todo el
pueblo libanés, sin discriminaciones, por el bien de todos. Durante los últimos
cinco años, el Líbano ha atravesado una situación grave, sobre todo a nivel
económico. Esta crisis ha creado, como nosotros los llamamos, los nuevos
pobres. Estas personas, antes, eran donantes de Caritas, mientras que ahora nos
necesitan a nosotros. El Papa, al visitar el Líbano, dará voz a las personas
que están sufriendo, y esta voz será escuchada por muchos pueblos que pueden
ayudar. Caritas Líbano tuvo la oportunidad de reunirse con el Papa Francisco
hace algún tiempo. Le hablamos del clamor del pueblo libanés, de los pobres. Le
pedimos que uniera su voz a la nuestra ante la comunidad internacional, para
que escuche a las personas que están sufriendo en silencio. Siempre hemos
tenido esperanza en el Papa.
En su
opinión, ¿cuál es el asunto más urgente que hay que abordar en el Líbano?
Estamos
esperando saber cuándo habrá finalmente paz. Vivimos en una angustia
permanente. Si se habla con la gente del Líbano, se ve que viven como si
estuvieran en guerra. Por eso sentimos angustia por el mañana. Por ahora no
tenemos un futuro seguro. Solemos decir: «Denos la paz, tomen lo que quieran».
Vivimos angustiados, pero también tenemos la esperanza de que algo suceda.
Cuando venga el Papa, los libaneses percibirán que trae una señal de paz. En el
Líbano hay 4 millones de libaneses, fuera del Líbano hay más de 12 millones.
Estarían dispuestos a volver y vivir aquí, si una situación de paz se lo
permitiera y les permitiera además trabajar aquí.
¿Cómo
definiría el trabajo de Caritas en los últimos años?
Nuestra misión
no ha cambiado, pero hemos ampliado la oferta de nuestros servicios. Trabajamos
para mantener con vida a nuestro pueblo. Si una persona tiene hambre, muere.
Por eso, le damos de comer para que no muera. Lo mismo ocurre con las personas
enfermas. Les proporcionamos médicos para que sigan con vida. A quienes no
pueden permitirse el hospital, se lo pagamos. Hay estadísticas dramáticas sobre
cuántas personas han muerto por no poder recibir tratamiento. Caritas Líbano,
durante estos últimos años, ha pagado millones de dólares, gracias a muchos
donantes generosos, para que las personas pudieran permitirse ir al hospital.
En nuestro país hay muchos migrantes. Están los sirios: para nosotros son
imágenes de Dios. Sentimos la obligación espiritual de ayudarlos. Su número
está aumentando. Por lo tanto, Caritas ha aumentado sus servicios. Tenemos
recursos que administrar gracias a muchas personas generosas, donantes del
Líbano y de fuera del Líbano, pero también ha aumentado el número de pobres.
Está
prevista la visita del Papa León al puerto de Beirut, lugar de la devastadora
explosión del 4 de agosto de 2020. ¿Qué significa aún esa tragedia para el país
y para Cáritas?
Cáritas ha
trabajado en las consecuencias de la explosión. Hemos ayudado mucho, sobre todo
a nivel psicológico, pero también en la reconstrucción. La gente de Beirut, que
ha perdido sus casas, sigue sedienta de verdad. Quieren saber quién es el
responsable de esa explosión. La visita del papa León ayudará a las personas a
no sentirse abandonadas. Las consecuencias de la explosión siguen pesando sobre
sus vidas. El viaje del Pontífice tiene un fuerte valor simbólico, de
paternidad y solidaridad, para todos los mártires que perdieron la vida durante
la explosión. Será un consuelo para las familias que han perdido a sus seres
queridos. Solidaridad para todas las personas heridas que han perdido su hogar.
Para nosotros, en Caritas, será un estímulo para continuar con nuestra misión.
El Papa Juan
Pablo II primero y luego el Papa Francisco dijeron que el Líbano es más que un
país, es un «mensaje, un proyecto de paz». ¿Cree que esta idea sigue siendo
válida hoy en día?
Sí, porque en
el Líbano hay 18 comunidades religiosas. Especialmente musulmanes y cristianos.
Han comprendido que no se puede vivir aislados, sino solo en comunidad. Si los
musulmanes creen que Dios es misericordioso, entonces deben vivir en
consecuencia: esta misericordia es para las personas con las que viven. Si los
cristianos creen que Dios es amor, entonces deben vivir este amor hacia los
demás. Por lo tanto, si cada comunidad vive su religiosidad y su religión,
vivirán en armonía. El Líbano sigue siendo, por tanto, un mensaje, un
testimonio.
Muchos
jóvenes libaneses abandonan el país. ¿Cree que la visita del Papa puede
ofrecerles una señal concreta de esperanza?
Sí, porque
cuando vean que el Papa viene a su país, sentirán nostalgia y querrán volver.
Podrán revivir esa confianza en su país que habían perdido. En cuanto vean que
el Papa está en el Líbano, sabrán que no están solos.
Daniele
Piccini
Città del
Vaticano
Fuente:
Vatican News