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Imagen referencial de un crucifijo. | Crédito: Pixabay. |
Al día siguiente, tuvo lugar una profanación en la capilla de
adoración perpetua en la parroquia de San Martín en Valencia, cuando una
persona que se define como “trans” irrumpió gritando ante el altar y “rompió la
custodia, mientras insultaba a los fieles”, según denuncia el OLRC.
El día 13, la parroquia de la Virgen del Carmen en Palma de
Mallorca fue profanada con pintadas ofensivas en las que se tachaba a la
Iglesia Católica de corrupta.
Un día más tarde, un sacristán y varios feligreses fueron agredidos
en la Catedral de Valencia durante la celebración de la Eucaristía por
un hombre en aparente estado de embriaguez.
El día 17, un hombre magrebí irrumpió en la parroquia de
Santiago Apóstol en Albuñol (Granada), donde golpeó varias imágenes antes de
iniciar un incendio que los bomberos tardaron dos horas en apagar.
El día 24, el vandalismo contra templos católicos alcanzó a la
iglesia de la Asunción de Nuestra Señora en Yeles (Toledo), donde una mujer que
al parecer sufre problemas psiquiátricos, arremetió contra varias figuras como
el Niño de los Remedios y la Virgen de la Soledad, causando numerosos
destrozos.
El pasado domingo, día 31, dos militantes del grupo ecologista
Futuro Vegetal lanzaron tinte contra la fachada de la Basílica de la Sagrada
Familia de Barcelona en un acto que pretendía denunciar el gran número de
incendios que ha padecido España en las últimas semanas.
Para el OLRC, estos hechos “confirman el aumento de la
cristianofobia y la vulnerabilidad de la libertad religiosa en nuestro país” y
rechazan que se normalicen estos sucesos.
Su presidenta, María García, reclama a las autoridades “una respuesta
firme y recursos para la protección del patrimonio religioso”.
“Agosto ha sido un mes negro para la libertad religiosa en
nuestro país. La sucesión de ataques a iglesias y lugares de culto demuestra
que la violencia y el odio contra los cristianos están lejos de ser casos
aislados”, añadió García en un comunicado, quien además subrayó que “según los
datos de los Informes de Ataques a la Libertad Religiosa en España, los
cristianos siempre son la religión más atacada”.
Mayor protección de las iglesias
El OLRC advierte que muchos párrocos les informan “de que están
teniendo que colocar cámaras o cerrar los templos ante el aumento del
vandalismo y del odio anticristiano” y exige a las autoridades “una mayor
protección de las iglesias”.
“Estos hechos configuran una tendencia preocupante de
intolerancia religiosa. Reclamamos a Delegaciones del Gobierno y corporaciones
municipales planes específicos de prevención ante los ataques a las iglesias y
aplicación rigurosa del Código Penal ante los delitos de odio y de escarnio a
los sentimientos religiosos”, enfatiza García.
El Observatorio para la Libertad Religiosa insta a la sociedad
civil y a las instituciones a no mirar hacia otro lado y a denunciar cualquier
acto de odio religioso. “Sólo visibilizando estos ataques y reaccionando con
firmeza podremos garantizar la convivencia y el respeto a la libertad de
todos”, concluye García.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente:
ACI
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