UN 20% DEL JURADO QUE DECIDIRÁ EL FUTURO DEL VALLE DE LOS CAÍDOS PROMUEVE EL LAICISMO Y LA MASONERÍA

Ya se conocen los diez finalistas del proyecto impulsado por el Gobierno de Pedro Sánchez para la llamada “resignificación” del Valle de los Caídos

Fernando Martínez López, junto a Pedro Sánchez,
 
principal miembro del jurado

Un término que hace alusión a una intervención que no solo transformará previsiblemente el propósito y significado originales de reconciliación del monumento, sino que podría despojarlo de su esencia religiosa y dar los primeros pasos hacia la secularización del mismo.

Alejado de "planteamientos tradicionales"

A tal efecto se inició un concurso que, como recoge el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, valorará especialmente aquellas propuestas artísticas que incorporen “soluciones alejadas” de planteamientos “tradicionales” y “ya superados”.

Los lemas de los diez finalistas son, respectivamente, 'El abrazo del 76', 'Carne y Piedra', 'Élan Vital', 'Caminos de memoria', 'Sub onere terrae', 'La base y la cruz', 'Nude architecture', 'Luz que emerge', 'La falla' y 'Herida, memoria, luz'.

La imparcialidad no parece garantizada, pues el finalista será elegido por un jurado compuesto por nueve personas que o bien integran el Ejecutivo o han sido elegidos por este.

Los miembros del jurado son

1. Fernando Martínez López

2. Jordi Martí Grau

3. Luis Pérez de Prada

4. María Teresa Verdú Martínez

5. David Chipperfield

6. Fuensanta Nieto de la Cierva

7. María Langarita Sánchez

8. Cristina Iglesias Fernández Berridi

9. Elena Calama Martín

"Un deber moral con la masonería"

No son pocos los que se cuestionan lo idóneo de que un jurado altamente ideologizado tenga en sus manos el futuro de un enclave que no solo alberga la cruz más grande del mundo, sino que buena parte del mismo se encuentra sometido a normas internacionales vigentes como los acuerdos entre el Estado y la Santa Sede de 1979.

Muestra de ello es Fernando Martínez López, actualmente secretario de Estado de Memoria Democrática, siendo conocidas sus declaraciones dirigidas a pedir una compensación a la masonería.

“Tenemos un deber moral de dar a conocer la verdad de lo que ocurrió con la masonería”, dijo en los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga al abordar las implicaciones de la Ley de Memoria Democrática. Una memoria que, contemplada en clave de “represaliados”, debe aspirar según él a “reparar” a lo que considera las “víctimas” integrantes de la masonería.

"Que la iglesia se adapte al carácter secular"

En este sentido, no son pocos los que se cuestionan lo idóneo de la repercusión política del segundo miembro del jurado, Jordi Martí Grau, en el Valle de los Caídos, pues es conocida su hostilidad a lo que llama “actitud servil de las autoridades civiles hacia el poder eclesiástico” que a su juicio suponen los protocolos de fiestas como la de la Virgen de la Merced.

En su artículo “No iré a misa”, el político consideraba que “la separación entre Iglesia y Estado exige a escala municipal actualizar gestos y rituales que no dejan de ser significativos”, pero también “revisar” dichos protocolos para que la misa “pierda centralidad institucional”. O lo que es lo mismo, la misa “debe recibir el mismo tratamiento, en cuanto a la presencia de autoridades, que tienen las jornadas castelleras o la cabalgata”.

“Hoy es exigible que la iglesia se adapte al carácter secular de la fiesta y la laicidad de los poderes públicos. Como es exigible, también, que la cultura democrática sea laica y no acepte la hegemonía de ninguna confesión religiosa por muy numerosa y secular que ésta sea”, escribió en su blog. 

Un exalumno será asesor del jurado

Los nueve miembros del jurado contarán con la asesoría de José Ferrándiz Martín, así como de Daniel Alberto Escobar Portillo, la única de las voces propuestas en representación de la Iglesia Católica y que es bien conocedora de la realidad del Valle. Según recoge el portal de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, Portillo formó parte de su escolanía entre 1988 y 1991, donde iniciaría su formación en las dos disciplinas a las que se dedicaría más tarde como sacerdote, la música y la liturgia.

José María Carrera

Fuente: ReligiónenLibertad