POR QUÉ CADA VEZ MÁS ARTISTAS SECULARES HABLAN DE SU FE

¿Oportunidad para evangelizar?

InfoCatólica

Cada vez más artistas populares mencionan a Dios en sus letras y conciertos. Desde Jelly Roll hasta Snoop Dogg, se están abriendo espacios de espiritualidad en escenarios seculares. Para muchos católicos, esta tendencia representa una oportunidad evangelizadora.

Recientemente, el cantante de country-pop Jelly Roll, quien antes de iniciar su carrera musical estuvo encarcelado por consumo de drogas, señaló con emoción un doble arcoíris que apareció mientras interpretaba su canción Hard Fought Hallelujah. El momento fue grabado en vídeo y compartido por el artista cristiano Brandon Lake, coautor del tema. «¡No me digas que eso no es Dios!», exclamó Jelly Roll entre lágrimas ante el público.

El momento se hizo viral, y muchos cristianos —incluidos católicos— comenzaron a advertir un aumento de referencias religiosas en canciones y conciertos del ámbito secular. Entre ellos se encuentra el padre Damian Ference, vicario general para la evangelización en la diócesis de Cleveland, quien señaló que «existe una especie de parentesco entre la música country y la música cristiana», observando además cómo incluso figuras inesperadas, como el rapero Snoop Dogg, han hecho alusiones a Jesucristo en redes sociales.

La cantautora católica Sarah Kroger, residente en Nashville, también ha percibido esta tendencia. Según ella, el origen se encuentra en una creciente búsqueda de sentido por parte de la sociedad: «Tras la pandemia, muchos hemos confrontado nuestra propia mortalidad y comenzado a plantearnos preguntas profundas sobre el propósito de la vida», afirmó. Kroger considera que la música crea un entorno acogedor donde se puede expresar esa sed de trascendencia.

El fenómeno, reconocido incluso por medios como Associated Press, no es del todo nuevo. El compositor y profesor Robert Giracello, de la Universidad Católica Juan Pablo el Grande en California, afirma que la música popular ha oscilado en distintas épocas hacia un mayor influjo del evangelio y los temas religiosos. «En los años 60, la música folk estaba impregnada de referencias cristianas», recuerda.

La música ha sido desde siempre un medio eficaz para evangelizar y alabar a Dios, al expresar de forma accesible los trascendentales: la verdad, la belleza y la bondad. Kroger sostiene que «ya sea música cristiana o secular, si una canción habla de la experiencia humana o comunica belleza, verdad y bondad, ayudará a acercar a las personas a Dios».

En este sentido, muchas canciones reflejan el anhelo del alma humana: amor perfecto, perdón, eternidad, compañía verdadera. «Eso está inscrito en nuestro ser, estemos o no conscientes de Dios», indica el padre Ference. Incluso artistas como Bono, del grupo U2, han afirmado que «la mejor música es la que corre hacia Dios o huye de Él».

Las raíces del pop y del rock se encuentran en el jazz y el gospel, géneros marcados por una fuerte espiritualidad cristiana. «Los temas espirituales forman parte del ADN de estas músicas», señala Giracello, quien añade que «incluso cuando no se busca evangelizar, muchos músicos recurren a historias bíblicas por su riqueza simbólica».

Por eso, la música secular puede llegar donde la música cristiana a menudo no alcanza. Según Kroger, el hecho de que más artistas mencionen explícitamente a Dios tendrá un impacto profundo en la cultura. «Cada vez que expones a alguien a lo trascendente, estás sembrando una semilla», afirma. «La experiencia de belleza, verdad y bondad transforma a las personas, sean creyentes o no».

El padre Ference considera fundamental que los católicos aprendan a leer la cultura musical como un terreno fértil para la evangelización. «Si algo importa a la cultura, también importa al evangelizador», sostiene. Esto implica prestar atención sin necesidad de aprobar todo lo que se presenta, y aprovechar las oportunidades para suscitar preguntas que lleven a una reflexión más profunda.

Preguntar sobre el significado de una letra, o cómo conecta con la experiencia humana, puede abrir la puerta a una conversación transformadora. «Puedes decir: “Esa canción me gustó. Fíjate lo que dice aquí…”, y entonces hacer una pregunta que despierte el pensamiento y eleve la razón», explica el sacerdote.

Estas conversaciones pueden derivar en encuentros con Dios. «Una pregunta sobre una canción puede llevar a una charla más profunda, a una invitación a la Iglesia, o a un testimonio del amor de Dios», comenta Kroger.

Este verano, el padre Ference está poniendo en práctica esa visión organizando una serie de conciertos en la catedral de San Juan Evangelista en Cleveland. Las veladas comienzan con vísperas y continúan al aire libre con música, comida y fraternidad. Las únicas condiciones para los grupos invitados son: «No hace falta ser católico, pero sí ser un buen músico y no ser anticatólico», aclara Ference. Su objetivo es abrir las puertas de la Iglesia y hacerla accesible para los jóvenes.

Para evangelizar eficazmente, concluye el sacerdote, hay que conocer tanto la fe como la cultura. «Hay que conocer la Biblia y el catecismo, pero también es importante entender lo que sucede en la cultura popular. Tener algo de perspectiva sobre las series, el cine o la música puede marcar la diferencia para entablar un diálogo con quienes se sienten alejados de la Iglesia».

Fuente: NCRegister/InfoCatólica