Los santos son un gran ejemplo de que vivir con austeridad, nos hace más libres de cualquier apego, ¿cómo es una vida con minimalismo cristiano?
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Vivimos en una
cultura que nos impulsa a tener más, acumular más y correr más. En un mundo
dónde valoramos incluso más a las personas por lo que tienen a lo que son,
incluso la misma cultura nos hace esclavos de las compras compulsivas y creemos
que al comprar y tener más, seremos más felices. En medio del ruido del
consumo, el Evangelio y la vida de muchos santos nos recuerdan una verdad
radical: vivir con menos puede hacernos más libres, más felices y más cercanos
a Dios.
¿Qué es el
minimalismo?
El minimalismo
como estilo de vida, se enfoca en vivir con lo esencial, donde menos es más, de
tal forma que tiene su enfoque en lo verdaderamente esencial, valorando más las
experiencias que lo material.
Un estilo de
vida a ejemplo de Jesús
Ahora bien, un
minimalismo cristiano no se trata solo de reducir objetos, sino de redescubrir
lo esencial y de vivir con el corazón desocupado, disponible para amar y
servir.
Es una opción
de vida basada en el Evangelio, que busca imitar a Cristo pobre, sencillo y
totalmente entregado.
Significa
elegir lo necesario para vivir con dignidad, renunciar a lo superfluo, y
encontrar alegría en lo simple, para que nada nos aparte de lo esencial: amar
a Dios y al prójimo.
"Donde
está tu tesoro, allí estará tu corazón" (Mateo 6, 21)
El ejemplo
de los santos
Sin duda, los
santos han optado por escoger la mejor parte: vivir con Cristo y para Cristo,
de modo que si era necesario despojarse de sus bienes, lo hacían con alegría,
puesto que su mayor anhelo no estaba en la tierra, sino en el cielo.
1. San
Francisco de Asís
Renunció a una
vida de riqueza y comodidades para vivir en pobreza radical, confiando
completamente en la providencia de Dios. Su desprendimiento lo hizo
verdaderamente libre para amar a todos.
2. Santa
Teresa de Calcuta
Vivió entre los
más pobres de los pobres, con lo mínimo, pero con un corazón lleno de amor. Su
vida fue un testimonio de que no necesitamos mucho para hacer mucho.
3. San
Benito Abad
La
espiritualidad benedictina promueve el equilibrio, la sencillez y la moderación
en todas las cosas, buscando que nada ocupe el lugar que solo le pertenece a
Dios. Muy claramente en su Regla, nos invita a vivir más humildes y con nada en
exceso.
¿Qué
podemos hacer para imitar a estos santos y vivir sin excesos materiales ni
lujos?
1. 1. Haz un análisis de tus cosas
Dedica tiempo
para hacer una limpieza consciente de tus espacios y pregúntate: ¿Qué tengo de
más? ¿Qué guardo "por si acaso"? ¿Qué podría donar a alguien que
realmente lo necesita?
Reflexiona
sobre todos los pares de zapatos que tienes en tu armario, al igual que
accesorios como bolsos, ropa, etc. Y pregúntate, ¿si realmente utilizas todo lo
que tienes? Muchas veces, ni siquiera usamos la mitad de lo que tenemos en
nuestro armario.
2. Consumo
con conciencia
Antes de
comprar algo nuevo, pregúntate: ¿realmente lo necesito? ¿Esta compra me acerca
o me aleja de la generosidad?, ¿es una moda que necesito para vivir?
Las plataformas
de compras en línea nos incitan a comprar y comprar. De modo que nos llenamos
de cosas que en realidad no necesitamos y únicamente compramos por seguir una
aparente "moda".
3. Desapego
digital
No solo los
aspectos materiales pueden ser una distracción, también el contenido o
aplicaciones digitales, pueden hacernos perder el rumbo, alejándonos del
verdadero propósito.
Karen Hutch
Fuente: Aleteia