Pequeños hábitos
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace un tiempo,
una persona me dijo que tenía que controlar el sueño, las fases, para ver cómo
descansaba. Yo le contesté que descanso fenomenal, que lo único que me faltan
son horas. Pero al final he cedido, y la manera de hacerlo es con el reloj
inteligente.
Solo tenía un
pequeño hábito, y es que por las noches pongo a cargar todos los aparatos que
tengo, entre ellos el reloj. Decidí empezar a cargarlo a mediodía. Y así he
tenido que cambiar el hábito. Una cosa tan sencilla… no te imaginas lo que me
está costando: un día se me olvida, otro no llego, otro lo vuelvo a poner por
la noche.
Hoy le decía al
Señor que los hábitos son cuestión de repetición de actos, es hacer la misma
cosa siempre igual, y así adquieres el hábito. Pero cambiarlo cuesta.
Cuánto nos
cuesta cambiar en una cosa sencilla… ¡cuánto más si se trata de un vicio o un
pecado! Aquí, el hábito es más difícil, más constante, y hay que lucharlo. A
veces queremos que las cosas nos lluevan del cielo. El Señor nos da el 99 % de
la Gracia para luchar, pero nos pide nuestro 1 % para vencer. Y nuestro poco, a
nosotros, nos parece mucho.
La victoria la
tendrás en la constancia, en perseverar en el bien, en levantarte una y otra
vez todo lo que sea necesario. Nos dice Jesús: el que persevera hasta el final
se salvará. No nos pide ser perfectos, nos pide que perseveremos, que nos
levantemos una y otra vez, que caminemos con Él de la mano. Porque sabemos que
con Cristo todo lo podemos en Él. Porque, si le dejamos, Él lo hace en
nosotros.
Hoy el reto del
amor es no desanimarte en la lucha por adquirir ese hábito que llevas tiempo
intentando. Mira a Cristo, levántate y camina en Él. Con Cristo todo se puede
cambiar.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
28 julio 2025
Fuente: Dominicas de Lerma