¿Liebre o tortuga?
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al. Que pases un feliz día.
Hace unos días,
una hermana me recordó el cuento de la liebre y la tortuga. Me hizo gracia
aquella conversación, porque sabía bien de qué me estaba hablando: de la
perseverancia en las cosas pequeñas.
Muchas veces me
surge ser como la liebre. No es que sea una persona rápida —no, claramente eso
no me define—, sino más bien que me entretengo con cosas menos importantes. Las
cosas inmediatas reclaman mi atención, o sencillamente me detengo en lo urgente,
perdiendo de vista el auténtico camino a largo plazo que quiero recorrer.
La liebre se
queda resolviendo el corto plazo, en vez de avanzar hacia adelante. Qué bien
conocemos todos este bonito cuento…
Pero yo le
preguntaba al Señor: ¿cómo convertir la “liebre” en “tortuga”? Y su respuesta
no se hizo esperar: muy sencillo, dando cada día “un paso de tortuga”.
La tortuga vive
instalada en el largo plazo. Mira su vida y la de los demás con perspectiva, no
se agobia en exceso por lo inmediato, porque se da la oportunidad de no hacer
las cosas deprisa. Mira más bien hacia adelante y continúa, poco a poco, dando
sus pasitos. Su paso es lento, pero seguro.
Y, mirando al
Señor, me di cuenta de que Él mismo ha optado siempre por esta resolución:
dedicó millones de años a ir dando forma al universo para que pudiera existir
la vida en él, todo para que nosotros pudiéramos disfrutarlo. Con tan solo doce
apóstoles quiso emprender la obra de transformar el mundo. Para darnos la Vida
con mayúsculas, dio el paso a la muerte con la que le acecharon inminentemente,
porque sabía con perspectiva que aquello no quedaría así, que vendría la
Resurrección. ¡Así es Él!
Realmente, de
todo vamos aprendiendo, pero ¡yo quiero convertirme en tortuga ya! … Ups, de
nuevo se me escapa la liebre.
Hoy el reto del
amor es dar mi pequeño paso de tortuga. Hoy, Señor, enséñanos a mirar nuestra
vida con perspectiva y muéstranos cuál es ese pequeño paso que nos conduce
hacia la meta a la que Tú quieres llevarnos.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
17 julio 2025
Fuente: Dominicas de Lerma