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El Papa León XIV. Dominio público |
Han sido 16 días los que León XIV ha pasado en
Castel Gandolfo. Ahora, desde la tarde de este martes, ya está de vuelta en
su hábitat natural: el Vaticano. Han sido días de cambio de ritmo, sí, pero sin
desconectarse de las realidades del mundo.
La atención del Papa no se apartó
un solo instante de los principales focos de tensión mundial. Ante los
periodistas que lo esperaban, León XIV no esquivó preguntas sobre Gaza y la escalada de violencia:
«Tenemos que animar a todo el mundo a dejar las armas… Muchas veces, con el
tráfico de armas, las personas se convierten en simples instrumentos sin
valores», aseveró, en unas declaraciones que recoge Vatican
News.
Además, el Santo Padre subrayó la
urgencia de volver al respeto por la
dignidad humana: «Cristianos, musulmanes, de cualquier religión… todos
somos hijos de Dios, creados a su imagen».
Durante su estancia en Castel
Gandolfo, León XIV mantuvo una agenda activa: celebró numerosos encuentros,
mantuvo algunas audiencias privadas —entre ellas con el presidente de Ucrania—
y envió mensajes a distintas zonas en conflicto.
Su retorno se da a pocos días de
uno de los eventos clave del Año Santo: el Jubileo
de los Jóvenes, que se celebrará del 28 de julio al 3 de agosto en Roma.
A su salida de este pequeño
pueblo a 30 kilómetros de la Ciudad Eterna, el Papa se mostró agradecido con la
acogida recibida. «He podido cambiar un poco
de aires», comentó, pero sin perder la seriedad ante la crisis global.
«Gracias a Dios la voz de la Iglesia sigue siendo importante, seguimos
promoviendo la paz», aseguró.
María Rabell García. Corresponsal en Roma y El Vaticano