EL ESCLAVO QUE SE CONVIRTIÓ EN EL PRIMER SACERDOTE NEGRO DE ESTADOS UNIDOS, MÁS CERCA DE SER DECLARADO SANTO

La causa de Augustus Tolton, declarado 'venerable' por el Papa Francisco en 2019, está a la espera del milagro que allanaría su camino hacia la beatificación
El padre Tolton, revestido con alba y estola. Dominio público

Cuando nació en Brush Creek, Misuri, en 1854, sus padres eran esclavos, por lo que, automáticamente, el bebé Augustus Tolton adquiría la misma condición de sus progenitores. En 1862, en plena Guerra Civil, su madre escapó con él y otros dos hijos, cruzando el río Misisipi hacia Quincy, Illinois, donde obtuvieron la libertad. Atrás quedaba la familia católica que les había esclavizado durante años...

Aunque su situación, evidentemente, mejoró, Augustus y sus hermanos tuvieron que soportar las burlas, los menosprecios y los insultos racistas, tanto en las escuelas católicas como en otras a las que asistieron. Los que le conocieron le definían como un niño cariñoso y sumamente inteligente, algo que no pasó desapercibido para uno de los sacerdotes de la escuela, el padre Peter McGirr, un inmigrante irlandés, que descubrió en él «unos dones excepcionales y una posible vocación», como han explicado sus biógrafos y recoge la publicación estadounidense OSV News.

En Estados Unidos existe una creciente devoción entre los católicos por su primer sacerdote negro, y cuentan incluso con una organización conocida como Cuerpo de Embajadores de Tolton. Una treintena de sus miembros se acaban de reunir en su tercera convocatoria anual, que celebran en julio para conmemorar la fecha en la que falleció el sacerdote debido a un golpe de calor en una calle de Chicago en julio de 1897. «Se han citado para orar, planificar y renovar su compromiso de promover su causa de canonización», explica OSV News.

A la espera de un milagro

El obispo auxiliar emérito de Chicago, monseñor Joseph N. Perry, que también es el vicepostulador de la causa del venerable Augustus Tolton, aseguró durante la convención que «hablamos de una persona que vivió el Evangelio de Jesucristo de manera extraordinaria en las difíciles condiciones de su tiempo». Por eso instó a los presentes a rezar para obtener un milagro por su intercesión «para que pueda ser declarado beato». El 12 de junio de 2019, el Papa Francisco promulgó un decreto que reconocía las virtudes heroicas del padre Tolton, otorgándole el título de Venerable.

Pero regresemos a Quincy, Illinois, donde vivía el joven Augustus, y donde tuvo que soportar una humillación aún mayor. Ninguno de los seminarios católicos a los que acudió estuvo dispuesto a aceptarle por el color de su piel. El padre Peter McGirr, que seguía confiando en las capacidades y en el llamado al sacerdocio de Augustus, logró que fuera admitido en un seminario en Roma y allí fue ordenado sacerdote en 1886.

Regresó a Estados Unidos convertido en el primer cura negro del país, pero no por eso se diluyeron los prejuicios. Destinado a su ciudad, Quincy, «pronto se hizo evidente que las dotes pastorales y las homilías del padre Tolton eran excepcionales», refieren sus biógrafos. Fue asignado a la iglesia de San José, una pequeña comunidad negra extremadamente pobre. Al poco tiempo, católicos blancos de toda la ciudad también asistían a San José, entusiasmados con los sermones del padre Tolton y con su don para acoger a todos. Eso provocó la envidia de algunos sacerdotes católicos, como él, y de numerosos pastores evangélicos negros, que veían cómo muchos de sus feligreses abandonaban sus iglesias para asistir a las misas del joven sacerdote. El obispo local finalmente decidió trasladarle a la archidiócesis de Chicago en 1889.

Allí reinició su vida y fundó la parroquia de Santa Mónica en el South Side de Chicago, y desplegó un activo apostolado para evangelizar a los afroamericanos de la ciudad. Era una época de profunda discriminación racial, donde incluso en los trenes había vagones para negros.

«El agotamiento personal, la pobreza de su parroquia perpetuada por la negación sistemática de oportunidades para las familias negras debido a su raza y la falta de cuidado de su propia salud fueron probablemente factores detrás de la trágica muerte del padre Tolton el 9 de julio de 1897. Tenía solo 43 años, pero su virtud y su ejemplo fueron recordados por muchos en su propia época y hasta nuestros días», refieren sus biógrafos.

Ya está en marcha una iniciativa para rodar una película que recoja la vida de este sacerdote católico que, quizás pronto, veamos subir a los altares.

Álex Navajas
Fuente: El Debate