Cristo
murió por mí. ¿Y yo, qué haré por Él?
Dominio público |
Brígida
significa: Fuerte y brillante.
Esta
santa mujer tuvo la dicha de nacer en una familia que tenía como herencia de
sus antepasados una gran religiosidad. Sus abuelos y bisabuelos fueron en
peregrinación hasta Jerusalén y sus padres se confesaban y comulgaban todos los
viernes, y como eran de la familia de los gobernantes de Suecia, y tenían
muchas posesiones, empleaban sus riquezas en construir iglesias y conventos y
en ayudar a cuanto pobre encontraban. Su padre era gobernador de la principal
provincia de Suecia.
Brígida
nació en Upsala (Suecia), en 1303.
De
niña su mayor gusto era oír a la mamá leer las vidas de los Santos.
Cuando
apenas tenía seis años ya tuvo su primera revelación. Se le apareció la Stma.
Virgen a invitarla a llevar una vida santa, totalmente del agrado de Dios. En
adelante las apariciones celestiales serán frecuentísimas en su vida, hasta tal
punto que ella llegó a creer que se trataba de alucinaciones o falsas
imaginaciones. Pero consultó con el sacerdote más sabio y famoso de Suecia, y
él, después de estudiar detenidamente su caso, le dijo que podía seguir
creyendo en esto, pues eran mensajes celestiales.
Cuando
tenía 13 años asistió a un sermón de cuaresma, predicado por un famoso
misionero. Y este santo sacerdote habló tan emocionantemente acerca de la
Pasión y Muerte de Jesucristo, que Brígida quedó totalmente entusiasmada por
nuestro Redentor. En adelante su devoción preferida será la de Jesucristo
Crucificado.
Un
día rezando con todo fervor delante de un crucifijo muy chorreante de sangre,
le dijo a Nuestro Señor: - ¿Quién te puso así? - y oyó que Cristo le decía:
"Los que desprecian mi amor". "Los que no le dan importancia al
amor que yo les he tenido". Desde ese día se propuso hacer que todos los
que trataran con ella amaran más a Jesucristo. Su padre la casó con Ulf, hijo
de otro gobernante. Tuvieron un matrimonio feliz que duró 28 años.
Sus
hijos fueron 8, cuatro varones y cuatro mujeres. Una de sus hijas fue Santa
Catalina de Suecia. Un hijo fue religioso. Otros dos se portaron muy bien, y
Carlos fue un pícaro que la hizo sufrir toda la vida. Sólo a la hora en que él
se iba a morir logró la santa con sus oraciones que él se arrepintiera y
pidiera perdón de sus pecados a Dios. Dos de sus hijas se hicieron religiosas,
y otra fue "la oveja negra de la familia", que con sus aventuras nada
santas martirizó a la buena mamá. Fue pues una familia como muchas otras: con
gente muy buena y gente que hace sufrir.
Brígida
era la dama principal de las que colaboraban con el rey y la reina de Suecia.
Pero en el palacio se dio cuenta de que se gastaba mucho dinero en lujos y
comilonas y se explotaba al pueblo. Quiso llamar la atención a los reyes, pero
estos no le hicieron caso. Entonces pidió permiso y se fue con su esposo en
peregrinación a Santiago de Compostela en España. En el viaje enfermó Ulf
gravemente. Brígida oró por él y en un sueño se le apareció San Diosnisio a
decirle que se le concedía la curación, con tal de que se dedicara a una vida
santa. El marido curó y entró de religioso cisterciense y unos años después
murió santamente en el convento.
En
una visión oyó que Jesús Crucificado le decía: "Yo en la vida sufrí
pobreza, y tú tienes demasiados lujos y comodidades". Desde ese día
Brígida dejó todos sus vestidos elegantes y empezó a vestir como la gente pobre.
Ya nunca más durmió en camas muy cómodas, sino siempre sobre duras tablas. Y
fue repartiendo todos los bienes entre los pobres de manera que ella llegó a
ser también muy pobre.
Con
su hija Santa Catalina de Suecia se fue a Roma y en esa ciudad permaneció 14
años, dedicada a la oración, a visitar y ayudar enfermos, a visitar como
peregrina orante muchos santuarios, y a dictar sus revelaciones que están
contenidas en ocho tomos (Sufrió muy fuertes tentaciones de orgullo y
sensualidad). Desde Roma escribió a muchas autoridades civiles y eclesiásticas
y al mismo Sumo Pontífice (que en ese tiempo vivía en Avignon, Francia)
corrigiendo muchos errores y repartiendo consejos sumamente provechosos. Sus
avisos sirvieron enormemente para mejorar las costumbres y disminuir los
vicios.
Por
inspiración del cielo fundó la Comunidad de San Salvador. El principal convento
estaba en la capital de Suecia y tenía 60 monjas. Ese convento se convirtió en
el centro literario más importante de su nación en esos tiempos. Con el tiempo
llegó a tener 70 conventos de monjas en toda Europa.
Se
fue a visitar los santos lugares donde vivió, predicó y murió Nuestro Señor
Jesucristo, y allá recibió continuas revelaciones acerca de cómo fue la vida de
Jesús. Las escribió en uno de los tomos de sus revelaciones, y son muy
interesantes. En Tierra Santa parecía vivir en éxtasis todos los días.
Al
volver de Jerusalén se sintió muy débil y el 23 de julio de 1373, a la edad de
70 años murió en Roma con gran fama de santidad. A los 18 años de haber muerto,
fue declarada santa por el Sumo Pontífice. Sus revelaciones eran tan estimadas
en su tiempo, que los sacerdotes las leían a los fieles en las misas.
Fuente:
ACI