No quiere decir que el cardenal Prevost no estuviera en las quinielas, y que no se hablara de él. Pero lo que no parecía plausible es que fuera a ser el candidato que saliera a la cuarta votación
![]() |
El Papa León XIV cuando era prefecto del Dicasterio para los Obispos, con el Papa Francisco. Dominio público |
Sorpresa mayúscula, de esas sorpresas que da el Espíritu y que rompen con los esquemas y las imágenes preconcebidas, que dejan al personal descolocado por mucho que algunos digan ahora “ya lo dije yo”.
No
quiere decir que el cardenal Robert Francis Prevost no estuviera en las
quinielas, y que no se hablara de él. Estaba, sobre todo en los últimos días. Pero
lo que no parecía plausible es que fuera a ser el candidato que saliera a la
cuarta votación.
A estas
horas, quien ha escrito no poco sobre los papables, creo que debemos hacer
examen de conciencia y abstracción mental.
Muchas
veces pensamos más en lo que nuestras fuentes apuntan o lo que leemos, vemos u
oímos, que en lo que debiéramos. La clave era la mente de los
cardenales. Estaba claro que había un grupo que quería un
italiano, pero no era suficiente. La mayoría buscaban una
continuidad y una novedad, un hombre de consenso que no se hubiera manifestado
de manera tensional, es decir, que no se hubiera colocado en
los extremos.
Sorpresa mayúscula, de esas sorpresas que da el Espíritu y que rompen con los esquemas y las imágenes preconcebidas, que dejan al personal descolocado por mucho que algunos digan ahora “ya lo dije yo”.
No
quiere decir que el cardenal Robert Francis Prevost no estuviera en las
quinielas, y que no se hablara de él. Estaba, sobre todo en los últimos días. Pero
lo que no parecía plausible es que fuera a ser el candidato que saliera a la
cuarta votación.
A estas
horas, quien ha escrito no poco sobre los papables, creo que debemos hacer
examen de conciencia y abstracción mental.
Muchas veces pensamos más en lo que nuestras fuentes apuntan o lo que leemos, vemos u oímos, que en lo que debiéramos. La clave era la mente de los cardenales. Estaba claro que había un grupo que quería un italiano, pero no era suficiente. La mayoría buscaban una continuidad y una novedad, un hombre de consenso que no se hubiera manifestado de manera tensional, es decir, que no se hubiera colocado en los extremos.
Un hombre de Francisco sin ser clon de Francisco
Un
hombre de Francisco sin ser clon de Francisco. Un hombre de orden con experiencia
en la Curia. Qué mejor que alguien que ha sido
Provincial y General y que ha estudiado y ejercido el Derecho Canónico y que ha
fabricado obispos en un momento en el que había varios hornos.
Por
cierto, el hermano León era el compañero del hermano Francisco.
Con una biografía personal muy completa para los aspectos que emergían como referentes de exigencia de pronta respuesta en las Congregaciones Generales.
Cónclave previo al Cónclave
De
hecho, las Congregaciones Generales han dejado de ser el pre-Cónclave para
convertirse en el Cónclave previo al Cónclave.
Llegada
la hora, el cardenal Robert Prevost es León XIV y se
presenta ante la Iglesia y ante el mundo con una potente carga simbólica. A
medida que pasan las horas, y vamos teniendo más datos de León XIV, más vamos
entendiendo esta elección.
Un Papa
que no parece que se haya prodigado mucho en los medios de comunicación.
No se llama Francisco. Se llama León XIV hermanándose con León XIII, primer papa contemporáneo plenamente, el Papa que cambió la actitud de la Iglesia con la modernidad, el Papa de la Doctrina Social, el Papa que se olvidó de la pérdida de los Estados Pontificios, el Papa de la autoridad por la palabra.
Con la muceta y la estola pontificia
Sigamos
con el simbolismo. Se presenta con la muceta y la estola pontificia. Primera
imagen. Rostro sonriente, casi angelical, tiene cara de Papa, aunque no sé cómo
es tener cara de Papa.
Lo primero que hace es un saludo pascual, el centro del
Kerygma, y la conexión, continuidad con el saludo pascual que nos legó el papa
Francisco.
La paz, la insistencia en la paz, que es tranquilidad de orden, en el corazón. Habla de Dios, de la vida terrena y de la vida eterna. Palabras claras y sencillas, predicación misional.
Comunión y servicio
San
Agustín, no podía ser menos. San Agustín siempre me ha parecido tan necesario
para el hoy, y al mismo tiempo tan inabarcable, que nunca se agota y nunca
defrauda. La escuela de San Agustín es la escuela de los Santos Padres, y aquí
conecta con Benedicto XVI.
Hablar
de san Agustín es hablar de la gramática de la comunión y del servicio. La
comunión a la que tantos se han referido tantos en los últimos días.
Usa el
español para hablar de su primer amor episcopal, la vuelta al primer amor de
obispo de Chiclayo es un gesto profunda espiritualidad para quien es desde hace
pocos minutos obispo de Roma.
Habrá tiempo
de hablar de su persona y de su personalidad. Es evidente que tiene
personalidad, criterio propio, persona de orden que además supo gestionar
adecuadamente los problemas económicos de su Congregación.
Como todo
cardenal tiene y tendrá su amigos, sus grupos de influencia y de referencia. La
diferencia es que ahora él es el primero, es Pedro, es cabeza, es quien preside
en la caridad.
León XIV no
va a ser sólo el 267 pontífice de la Iglesia. Va ser también un estilo. Dejemos
a Dios ser Dios y al Papa ser Papa.