Además, el 48% ha sufrido ataques a sus iglesias, muchos de ellos bajo pintadas como «la única iglesia que ilumina es la que arde» o «muerte al fariseo»
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El Debate |
Insultados,
escupidos, marginados y, en algunos casos, agredidos. Esta es la
realidad que enfrentan hoy muchos sacerdotes en España, según los datos
recogidos en un informe reciente del Observatorio para la Libertad Religiosa y
de Conciencia y que recoge Actuall.
Un 67% de los
sacerdotes católicos asegura haber sido ridiculizado o insultado por el simple
hecho de serlo. Las ofensas van desde lo verbal —«cuervo», «pederasta»,
«sinvergüenza»— hasta agresiones físicas, amenazas y actos de
vandalismo en templos.
El informe,
presentado el pasado 1 de abril en el Congreso de los Diputados durante una
Jornada sobre Libertad Religiosa, revela también que un 90% de los
encuestados considera que los medios de comunicación perpetúan
estereotipos negativos sobre el clero, y un 39% afirma sentirse
directamente denigrado por la constante vinculación entre sacerdocio y abusos
sexuales.
Algunos han
tenido que soportar frases como: «estáis en contra del aborto para tener más
niños a los que abusar» o «guardad a los niños que entra el cura». En una
ocasión, una concejala llegó a saludar a un sacerdote con un seco y directo:
«saludo al enemigo del pueblo».
Silencio por
parte del Estado
Las cifras no
terminan ahí. Un 15% denuncia haber sido excluido de eventos sociales o
culturales por su condición, y un 9% asegura haber recibido amenazas, algunas
de ellas de muerte. Uno de los casos más extremos recogidos incluye la
colocación de explosivos caseros en la vivienda de un sacerdote.
Además, el 48%
ha sufrido ataques a sus iglesias, muchos de ellos bajo pintadas como «la
única iglesia que ilumina es la que arde» o «muerte al fariseo». Un 19% ha
vivido actos de profanación o sacrilegio. Como consecuencia, numerosos templos
han tenido que instalar alarmas y contratar seguridad privada.
La presidenta
del Observatorio, María García, ha pedido al Ministerio del Interior que refuerce
la protección de catedrales y templos, especialmente tras las amenazas
del Estado Islámico. Por ahora, no ha habido respuesta.
«Sin
libertad religiosa, no hay libertad real»
Durante la
jornada, el profesor Marcos González, catedrático de Derecho Eclesiástico en la
Universidad Autónoma de Madrid, recordó que también ha habido una
jurisprudencia clara en defensa del hecho religioso.
Citó casos como
el del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que en 1999 prohibió una
película por su carácter blasfemo, y varias sentencias recientes en
España que sancionan actos de burla durante celebraciones religiosas.
No obstante,
González advirtió que «cuando un país no protege la libertad religiosa,
tampoco protege el resto de libertades; no podemos normalizar el insulto;
la democracia es incompatible con los ataques a la fe». Subrayó, además, que 21
de los 27 países de la Unión Europea cuentan con garantías efectivas en esta
materia, y en 11 de ellos la protección es incluso más sólida que en
España.
También
intervino Ramón Ubillos, representante de la Confederación de Iglesias
Evangélicas, quien denunció que muchos actos religiosos deben
«disfrazarse» de culturales para poder celebrarse en espacios
públicos. «El cristianismo no es un problema: es un bien para el mundo social,
cultural y político», sentenció.
María Rabell García
Corresponsal en
Roma y El Vaticano
Fuente: El Debate