¿ES CIERTO QUE LOS PECADOS Y MANDAMIENTOS PASARON DE MODA?

Para muchos hablar de pecados y mandamientos en esta época es irracional, creyendo que son conceptos anticuados y por tanto, pasados de moda, pero ¿es cierto?

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En el catecismo aprendimos los mandamientos de la ley de Dios; y descubrimos que se trata de una lista de preceptos que nos ayudan a normar nuestra conducta y demostrar nuestro amor por Dios, por el prójimo y por nosotros mismos. Por lo menos eso debió ser, sin embargo, nos quedamos con la idea de que todas nuestras conductas se convierten en pecados que limitan nuestra libertad.

Por supuesto que esta última idea no es verdadera. Por el lado contrario, en la actualidad han pululado las opiniones de que el pecado se refiere a algo anticuado, obsoleto y retrógrada, que se debe superar porque vivimos una era en la que todo es relativo, sobre todo el mal y la moral.

¿Qué es el pecado?

Entonces, ¿es cierto que existen pecados que han pasado de moda? Veamos qué dice el Catecismo de la Iglesia católica, primero sobre el concepto de pecado:

"El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como 'una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna'".

CEC 1849

"El pecado es una ofensa a Dios: 'Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces' (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de Él nuestros corazones". 

CEC 1850

Entendemos que el amor es un sentimiento y, a la vez, una actitud que no tiene fecha de caducidad. Si amamos a Dios, haremos lo que nos manda. Si amamos al prójimo, nunca le haremos mal. Y si nos amamos a nosotros mismos, tampoco nos dañaremos.

Todos pecamos

En segundo lugar, todos somos pecadores, como lo recuerda el Catecismo:

“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia” (1 Jn 1,8-9).

CEC 1847

Por eso san Pablo reitera los mandamientos muy concretamente:

"Porque los mandamientos: no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquier otro, se resumen en este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo".

Rom 13, 9

Los mandamientos no pasan de moda

Así mismo, el Apóstol advierte cómo debemos vivir, con palabras que son tan actuales como entonces, porque la Ley del Señor es para siempre, por eso envió a sus discípulos con una orden perenne de anunciar la Buena Nueva y enseñar a todos a cumplir sus mandamientos:

"Ustedes saben en qué tiempo vivimos y que ya es hora de despertarse, porque la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está muy avanzada y se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz. Como en pleno día, procedamos dignamente: basta de excesos en la comida y en la bebida, basta de lujuria y libertinaje, no más peleas ni envidias. Por el contrario, revístanse del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la carne".

Rom 13, 11-14

Recordemos cada día que el Señor juzgará nuestros actos midiendo el amor que pusimos en ellos. Esforcémonos por cumplir sus mandamientos para no ofenderlo, Él nos dará la fuerza para conseguirlo.

Mónica Muñoz

Fuente: Aleteia