Hablan los milagrados, y a veces sus médicos; tres historias distintas y emocionantes
ReL |
Hagan Lío,
la serie de testimonios de Juan Manuel Cotelo e Infinito+1,
ha publicado su 8ª entrega, que recoge tres historias de personas
curadas milagrosamente en España, en años recientes. Es un capítulo
titulado "Milagros".
No son
curaciones rumoreadas ni leyendas antiguas: los tres milagrados hablan a la
cámara, hablan sus parientes, hablan sus médicos, algunos
tienen imágenes en vídeo del día de su sanación y las muestran, con los papeles
de los médicos.
En misa, sin
fe, sin entusiasmo ni devoción... y se curó
Acudió al
encuentro nacional anual de la Renovación Carismática Católica en Madrid, por ver
el ambiente, sin fe. Su curación no fue nada "carismática":
nadie le impuso manos, ni oró por ella de manera especial, ni ella
pidió sanación.
Sucedió durante
la misa, en el momento de la elevación. El vídeo de Cotelo no lo detalla,
pero en otras ocasiones (como la revista Nuevo Pentecostés) ella ha
detallado que quien presidía en ese momento era el cardenal Carlos Osoro, que no tiene ningún
rasgo de entusiasmo carismático.
En el momento
de la elevación, ella miró a la pantalla con letras de las canciones y
se dio cuenta de que podía ver perfectamente. Los médicos detectaron que su
nervio óptico estaba ahora perfecto. Luego descubrió que su madre llevaba años
orando por ella y la curación de su vista. Desde entonces, su vida de fe cambio
y en los últimos años dedica esas semanas de verano a volcarse en la
organización del encuentro anual carismático.
"Le
miré a los ojos y vi a Jesús"
El otro caso
sucedió con Sara Quiroz el 3 de julio de 2011 en otro encuentro nacional de la
Renovación Carismática, pero el caso en sí es muy distinto. Ana apenas creía
vagamente en Dios y se curó en misa, mientras que Sara era una joven de fe
fuerte, ya veterana en Renovación Carismática, de padres peruanos, también
veteranos en esta corriente eclesial, y se curó en una oración de
intercesión en privado.
El predicador
era el padre Kelly, un misionero irlandés con muchos años de
servicio en Venezuela, popular por su oración de sanación, con una misa
semanal para enfermos en Maracaibo. El lema del encuentro era
"Levántate y anda", y eso enfurecía a Sara, que llevaba casi
un año en silla de ruedas debido a un error médico. Todos los amigos
carismáticos le decíán "mira, Sara, 'levántate y anda'", y ella
pensaba "sí, qué más quisiera yo".
Una crónica en el diario La Razón en 2011
recuerda aquel día. El periodista acudió a la asamblea un rato, luego
entrevistó al padre Kelly en los camerinos, en el pabellón del salón de
actos del Parque de Atracciones de la Casa de Campo de Madrid. "Reza por
los enfermos y muchos dicen curarse. Con paciencia infinita atiende en
los descansos a personas que le acosan pidiendo que rece por ellos
imponiéndoles las manos. 'El signo de imponer las manos sobre los
enfermos, con fe expectante, es importante. Lo usaba Jesús y lo usó San Pablo
en Malta'", recogía la crónica. Justo cuando el periodista se iba, tras la
entrevista, llegó Sara al camerino.
El padre Kelly
rezó por ella, pero Sara dice que lo miró a los ojos y a quien vio fue
a Jesús. "Y ahora, levántate y camina", le dijo Kelly. Y ella
caminó bien y ya no dejó de hacerlo, y lo contó esa misma tarde ante la
multitud allí reunida y quedó grabado. Eso fue en 2011. Ahora ella es
una joven arquitecta, que se casó en 2020 en plena pandemia (otra aventura) y
cuenta su historia de sanación. En la Renovación Carismática de Madrid muchos
la conocen, ha trabajado con jóvenes y adolescentes y a veces dicen "es
Sara, la del milagro".
Sergio, dos
curaciones, dos
El caso de
Sergio Rodríguez Cuadrado, economista, es también asombroso. Va ligado a la
oración de sus seres queridos, a un paso por el santuario de Lourdes, a una forma de afrontar la
enfermedad con serenidad, alegría y entereza. Dos veces los oncólogos
le dijeron con rotundidad: "tus probabilidades de supervivencia son cero,
despídete de tus seres queridos". También daban por casi seguro que la
quimioterapia y radioterapia le dejaran estéril. Pero se curó por completo de
dos cánceres linfáticos y es padre de 5 hijos.
El médico de
Sergio accede a hablar en el documental, alaba la personalidad del
milagrado e improvisa cosas sobre cómo la actitud ante la enfermedad puede
ayudar o tener algo que ver. Pero sabemos que cada año mueren miles de enfermos
con excelente actitud. La buena actitud es algo meritorio y valioso, sin duda,
pero no cura cánceres. En este caso, Sergio, que ha reflexionado mucho sobre el
tema, y sobre el valor de la vida, y cómo aprovecharla, ha escrito un libro al
respecto titulado Una
segunda oportunidad (publicado en Palabra en enero de 2024).
Programa completo de Hagan Lío-Milagros, de 1 hora, muy emocionante:
Fuente: ReligiónenLibertad