La anunciada bendición de la primera piedra del pequeño Monasterio de la Comunidad en Madrid para el próximo día 1 de febrero y presidida por el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, ha sido cancelada
Las Hermanitas del Cordero. Dominio público |
Fuentes conocedoras del proceso apuntan a que se ha disparado el presupuesto de la construcción hasta extremos inalcanzables para su forma de vida.
Una situación de limbo
El futuro Monasterio, según la tradición de las Comunidades del Cordero,
iba a estar ubicado en la Avenida de Córdoba 17-19, en el madrileño barrio de
Usera.
Esta decisión deja a la Comunidad de las Hermanitas, que hasta ahora ocupaban la Capilla del Obispo y de san Juan de Letrán, en la Plaza de la Paja, en una especie de limbo hasta que se reformule la propuesta. Una situación que sintetiza la increíble historia de la presencia de este carisma en la capital de España.
Abandonarán la Capilla del Obispo
Dentro de unos pocos días, las
Hermanitas abandonarán la Capilla del Obispo después
de haber vivido, en una primera fase de su presencia, en un lateral del Palacio
episcopal de la calle san Justo -no es por tanto la primera vez que el Palacio
episcopal acoge a los necesitados- y después de haber establecido la Comunidad
en la Capilla del Obispo, lugar que originariamente estaba destinado a la
presencia de este carisma.
Las Hermanitas del Cordero llegaron a Madrid en 2008 a petición del del cardenal Rouco Varela y su presencia se extendió durante el tiempo del cardenal Carlos Osoro hasta ahora.
Carisma radical en pobreza
Un carisma se caracteriza por
el seguimiento radical de Jesús en pobreza. Su
sustento de vida es la pura Divina Providencia, dado que viven de lo que
reciben, de donaciones. Esto ha hecho que en el centro de Madrid, en la Madrid
de los Austrias, desde los mendigos, sus iguales, hasta los vecinos que se
manifiestan más alejados de la Iglesia, hayan agradecido esta presencia
misional de muchas maneras.
Son múltiples las historias de vida, de acercamiento a la Iglesia
de jóvenes alejados, de personas con problemas y de familias desestructuradas,
que han encontrado la sanación de la Palabra de Dios en esa Comunidad. Tarea
que ha pasado desapercibida incluso para los responsables eclesiales.
Según Fátima, que asiste a las celebraciones litúrgicas de esa
Comunidad en declaraciones a Religión Confidencial,
sorprende que “ahora las Hermanitas migran hacia otra zona de Madrid,
cuando la sociodemografía del Centro de una capital como Madrid está necesitada
de Comunidades que anuncien con radicalidad el Evangelio ante procesos de
envejecimiento, de conversión de edificios en zonas de servicio y ocio, y cuya
característica principal de la Iglesia es una Iglesia de mantenimiento
sacramental, de una religiosidad burguesa o a lo sumo de una religiosidad
popular en templos que se convierten en museos encubiertos”.
El hecho de que las Hermanitas del Cordero tengan que abandonar precipitadamente, no sin presiones aún no clarificadas, según cuenta un vecino a Religión Confidencial, la Capilla del Obispo antes de que se hubiera construido su monasterio según el proyecto inicial, hizo que se buscarán un piso en el barrio de Usera, que ahora parece ser que se convertirá en su domicilio más estable.
Liturgia y mesas abiertas
Una ubicación que no resuelve
la necesidad de una Iglesia, capilla u oratorio público para las celebraciones
litúrgicas, uno de los potentes focos de atracción de esta Comunidad por el
cuidado de la liturgia, también musical, y por el profundo contenido teológico
de las celebraciones según la tradición patrística. Dentro de sus otras
actividades comunitarias abiertas al barrio hay que destacar las mesas
abiertas, que son una de las principales obras de este carisma de la Comunidad
del Cordero.
Las Hermanitas del Cordero, siguiendo su forma de vida basada en la humildad y la discreción, han llevado este proceso con un silencio ejemplar. Pero no son pocos los vecinos y fieles que asisten a sus celebraciones y reuniones que han manifestado a RC su perplejidad y su malestar por cómo se ha desarrollado este proceso. Un grupo de fieles ha llegado incluso a pensar en recabar firmas y hacerlas llegar al arzobispo de Madrid, que debiera ser consciente de lo que ha supuesto esta presencia de misión con los pobres y descartados en el centro de Madrid.
La Hermanitas del Cordero –dominicas– nacieron en 1983. Según se
lee en su página web, la
prehistoria de este carisma se remite al año 1968 y a los años posteriores, una
respuesta del Espíritu a la revolución del mayo del 68. La Comunidad del
Cordero tiene rama masculina y femenina. Hay 170 hermanitas y 35 hermanitos y
están presentes en Francia, España, Italia, Austria, Polonia, Argentina, Chile
y Estados Unidos.
“Las hermanitas del Cordero -explican- van como peregrinas,
orantes, pobres y mendicantes, tras los pasos de santo Domingo y de san
Francisco, al encuentro de los más pobres del mundo para que todos, ricos y
pobres, reciban la Luz del Evangelio: Jesús, Cordero de Dios –ternura del Padre
por los hombres”.
En este momento existen Comunidades de Hermanitas del Cordero en
Granada, Navalón, Madrid, Valencia, la Costa de Montseny y Barcelona.