A la larga, las crisis ayudan a tener perseverancia, humildad... y esperanza
ReL |
¿Existen películas que no tengan
ningún conflicto? Si fuera así, probablemente nadie las vería. El conflicto y
las dificultades son clave para cualquier historia con final feliz. "En el
Paraíso no hay historias, porque no hay viajes. Son la pérdida, el
arrepentimiento, la miseria y el anhelo los que impulsan a la historia hacia
adelante, a lo largo de su tortuoso camino", escribió Margaret
Atwood.
Lo que hace que una historia y un
personaje sean atractivos es cuando alguien se enfrenta a los problemas
que surgen en la vida, mientras va creciendo por el camino. Aunque, es
cierto, muchos cometen el error de pensar que el matrimonio sería mejor si
fuera más fácil, pero, no es así. Nadie quiere un matrimonio que sea sólo
difícil, pero, las desavenencias pueden convertirse en ese motor que nos haga
crecer.
El portal All Pro Dad enumera cinco oportunidades para
crecer en un matrimonio con problemas:
1. Perseverancia
Vivimos en una sociedad
instantánea. Si la conexión a Internet no es demasiado rápida, si una
aplicación tarda un segundo en cargarse o si tengo que hacer cola en un lugar,
parece que todo nuestro mundo se derrumba. Sin embargo, la mayoría de las cosas
que importan requieren tiempo y compromiso. Cuando nos encontramos en un
matrimonio con problemas, tenemos la oportunidad de esforzarnos,
trabajar duro y ver cómo crecemos a largo plazo.
En el proceso, aprendemos el
valor de la perseverancia, y la perseverancia es uno de esos rasgos que se
traslada bien a muchas otras partes de la vida. Ya sea en el trabajo, en un
pasatiempo o en otras relaciones personales. Convertirse en el tipo de
persona que puede perseverar frente a las dificultades puede producir frutos
para toda la vida.
2. Perspectiva
Una de las principales razones
por las que se atraviesa un matrimonio difícil es porque se tiene una
perspectiva diferente a la de la mujer o marido. Las visiones opuestas del
mundo pueden causar tensión, conflicto, frustración, etc. Y, sin embargo, el
hecho es que en realidad no vemos el mundo como es (aunque creamos que sí).
Solo se ve el mundo desde nuestro propio punto de vista.
Tener que vivir y unirnos con
alguien que ve el mundo de manera diferente puede obligarnos a analizar
en profundidad nuestra propia perspectiva. Por difícil que sea reconocer
que podemos estar equivocados, se trata de una herramienta muy valiosa si
nuestro objetivo es crecer.
3. Carácter
Uno de los pasajes bíblicos más
citados sobre el carácter es Proverbios 27:17: "El hierro se afila con el
hierro, y el hombre se afila con el hombre". ¿Por qué pensamos que el
autor de este proverbio eligió una imagen tan violenta como la del hierro
afilando al hierro? La razón es que la formación del carácter no puede
darse sin un desafío.
Si durante un tiempo difícil con
tu pareja te ves necesitado a pedir perdón o a dejar de lado el ego, es cuando
realmente creces. Cuando aprendes a trabajar con tu ira en lugar de
reaccionar ante ella, creces. Un matrimonio difícil no es a menudo
placentero, pero es un terreno muy fértil para la formación del carácter.
4. Humildad
Muchas veces el marido o la mujer
tienen algunas dificultades en ciertas áreas debido al ego. Él o ella saben que
tienen razón y se sienten humillados porque uno desafió lo que para el
otro parecía completamente obvio.
Es cierto, no fue un algo muy
divertido, pero fue muy importante para el crecimiento personal y de la pareja.
Así lo expresa CS Lewis: "Ser humilde no es pensar menos de ti, sino
pensar menos en ti". Cuando ganar se vuelve menos importante que
amar bien, crecemos.
5. Esperanza
Por último, si podemos perseverar
en un matrimonio difícil, aumentando nuestra perspectiva, fortaleciendo nuestro
carácter y desarrollando la humildad, experimentaremos una mayor
esperanza. Esta esperanza no se basa en que el matrimonio se vuelva más
fácil, porque puede que no sea así.
Sin embargo, comenzaremos
a ver que podemos tomar decisiones importantes incluso en un matrimonio
difícil. Acciones que pueden tener efectos notables en nosotros
como individuos y, a menudo, también tienen un impacto positivo en nuestro
matrimonio.
Fuente: ReligiónenLibertad