El ventilador
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estos días de
tanto calor, una amiga me ha regalado un ventilador. Como sabe que me gustan
mucho los aparatos, me lo ha regalado con batería, lo que lo hace cómodo para
transportar. Además, tiene luz, es regulable y, por supuesto, tiene varias
velocidades.
Cuando lo
desempaqueté, me pareció de lo más bonito y práctico. Me llamó la atención que
no era muy grande y pensé: ¿me ayudará con este calor? ¿me aliviará? Y la
verdad es que sí, mucho. Es un alivio para estos calores tan fuertes. Puedes
escribir en el ordenador, leer un rato, hablar... es el alivio para este calor
tan fuerte.
En la oración
reflexionaba sobre la grandeza de las cosas pequeñas, en como te pueden
aliviar. A veces pensamos que tenemos que hacer cosas grandes para ayudar o
servir, pero la grandeza está en la sencillez, en hacer bien lo que tienes en
tus manos.
En los
Evangelios se nos enseña que Jesús vive y se sorprende con las cosas sencillas:
Cuando camina con Sus discípulos, les comparte sobre Su Padre o les envía a
predicar llevando con ellos solo lo esencial. También vemos que para Jesús las
personas son importantes. Se acerca a las personas, las reconforta, las alivia
y les devuelve la vida… Enseña a Sus discípulos a aliviar el dolor físico o
moral de las personas.
Jesús quiere
esto de ti: que primero te acerques a Su amor, que te llenes de Sus
sentimientos. Ten por seguro que Él te los quiere regalar. Y así, desde la
vivencia de Cristo resucitado en tu vida, puedas darlo después a los demás y
ser las manos de Jesús, que alivien y consuelen el sufrimiento de los que te
rodean. Quizás no puedas hacer mucho ante el sufrimiento de una persona, pero
escuchar es el aire fresco que genera el ventilador, una escucha activa, atenta
y orante.
Hoy el reto del
amor es hacer una llamada de teléfono a esa persona que sabes que lo necesita,
tiéndele la mano que antes Cristo te ha tendido a ti. Dad gratis lo que habéis
recibido gratis.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
03 agosto 2024
Fuente: Dominicas de Lerma