Tres obispos de China elogiaron al papá de tres sacerdotes, fallecido recientemente, que desafió la política del hijo único, una medida que el gobierno comunista impuso entre 1982 y 2015 para controlar la población del país con más habitantes del mundo hasta 2023.
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Imagen referencial de una ordenación sacerdotal. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News. Dominio público |
“Siempre
he recomendado a todos los fieles mantener una actitud discreta y ser
humildes”, señaló el prelado en sus palabras durante la Eucaristía.
“Pero
hoy, con orgullo, quisiera alabar bien alto, delante de todos, a este padre
católico que ha dedicado con fe no sólo su propia vida al Señor, sino también a
sus hijos, los tres sacerdotes”, subrayó el obispo.
Uno
de esos tres hijos es el P. Antonio Gao Ruihu, quien sirve en la Diócesis de
Changzhi, el segundo es el P. Gao Huqing, de la Diócesis de Baoding; mientras
que el tercero es el P. Francis Gao Ruiqing, de la Diócesis de Hankou/Wuhan.
Una encuesta sobre familias con varias vocaciones
Fides
informa asimismo que el sitio web católico Faith realizó una encuesta
según la cual, hasta enero de 2010, sólo había 320 familias con más de una
vocación a la vida consagrada, en 69 diócesis del país asiático.
Una
de ellas tiene 2 sacerdotes y 3 religiosas, cuatro tienen otras cuatro
vocaciones y dos más han aceptado la vocación de sus tres hijos.
La
encuesta reveló que, pese a la crisis de vocaciones y de formación profesional,
suscitada por la política del hijo único, la secularización y las
irregularidades de la vida comunitaria, “muchas familias católicas entregan
generosamente sus hijos a la Iglesia. A menudo incluso a su único hijo”.
La política
del hijo único en China
El
gobierno comunista de China impuso la política del hijo único entre 1982 y
2015, como una forma de control poblacional. Para asegurarse de que cada mujer
o pareja cumpliera con esta medida, sometió a millones de mujeres al aborto y a
la esterilización forzada.
En
2014, un año antes del fin de la política del hijo único, Steven Mosher,
presidente del Population Research Institute (PRI), escribió un artículo
titulado Esto es por los niños perdidos de China,
en el que lamentó que, hasta ese momento, 400 millones de niños han muerto por
abortos forzados como parte del programa comunista.
Mosher, uno de los primeros en denunciar los abusos de este
programa a nivel mundial, pidió rezar por los niños abortados y “por sus
madres, muchas de las cuales fueron llevadas a los centros de salud del Estado
a la fuerza o con amenazas, para hacerse los abortos que nunca quisieron y que
ahora lamentan profundamente".
Por Walter
Sánchez Silva
Fuente: ACI