Aunque su nombre es Mbengue Nyimbilo Crepin, todos le conocen como Pato. Hace apenas un año, tras salir de Camerún en busca de una vida mejor, perdió en el desierto de Libia a su mujer y a su única hija. Esta trágica historia dio la vuelta al mundo, llegando incluso a oídos del Papa Francisco.
El Papa Francisco bendice a "Pato" en el Vaticano Crédito: Vatican Media. Dominio público |
A
pesar de haber conseguido llegar a Túnez desde Camerún, Pato, su mujer Fati y
su hija Marie, de 6 años, se vieron forzados a regresar al desierto tras ser
expulsados por las autoridades.
Debido
a las pésimas condiciones en las que se encontraban, Pato se sintió indispuesto
y sin fuerzas para seguir. Por ello, les animó a que continuaran caminando por
el desierto sin él, junto a otros 30 migrantes que se dirigían también a
Libia.
Pasados
unos días, unos hombres encontraron a Pato y le ofrecieron agua y ayuda. Poco
después, recibió la terrible noticia al ver una fotografía donde los cuerpos de
Fati y Marie aparecían sin vida en la arena.
Gracias a la ayuda de la plataforma Mediterranea
Saving Humans, pudo llegar a Italia y se encontró con el Santo
Padre por primera vez en el Vaticano en noviembre de 2023.
En
aquel encuentro, el Pontífice le mostró su cercanía y le aseguró haber rezado mucho
por su familia, fallecida debido a las altas temperaturas y la falta de
agua.
Pato
también visitó al Papa Francisco junto a un grupo de migrantes el
pasado 3 de julio, ocasión en la que ambos se fundieron en un gran
abrazo.
El
Santo Padre ha denunciado la situación de los migrantes e instado al cuidado de
la dignidad de aquellos que se ven obligados a abandonar sus países en
reiteradas ocasiones a lo largo de su Pontificado.
También
ha animado a acoger a los refugiados “que
llaman a nuestra puerta” y realizado llamados a la comunidad internacional para
la integración de estas personas en los países de acogida.
En una ocasión, aseguró que los migrantes “representan la carne sufriente de Cristo,
cuando se ven forzados a abandonar su tierra, a enfrentarse a los riesgos
y a las tribulaciones de un camino duro, al no encontrar otra salida”.
“No
tengan miedo de mirar a los demás a los ojos porque no son un descarte,
sino que también forman parte de la familia humana y de la familia de los
hijos de Dios”, afirmó.
Cabe
recordar que la intención de oración del Papa
Francisco el pasado mes de junio fue por los que huyen de las guerras o del
hambre y que están obligados a realizar viajes “llenos de peligros y
violencia”, para que “encuentren acogida y nuevas oportunidades de vida” en los
países donde les acogen.
Por Almudena
Martínez-Bordiú
Fuente: ACI