Abrir desde dentro
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hay una puerta que da a la huerta que se puede abrir por dentro pero por
fuera no. Está en un lugar en el que hay bastante corriente, por lo que es muy
común que la abras para salir a hacer algo rápido y, en un instante… “pum”. Te
quedas fuera sin poder entrar por ella.
Nuestro corazón es igual a esa puerta: decidimos abrirlo, cerrarlo, dejar
entrar a unas personas u otras. Tiene la llave por dentro.
Las vivencias que hemos tenido nos hacen poner cerrojos para protegernos,
para que no nos hagan daño; nuestra pobreza nos puede hacer cerrar por miedo a
mostrarnos, o por el contrario, podemos abrir confiados sintiéndonos seguros.
Siempre podemos decidir cuándo abrir o cerrar, somos dueños de nuestro corazón.
El Señor está a la puerta de tu corazón, permanece siempre: «Mira que estoy
a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su
casa y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3, 20).
Tiene todo el amor para ti y te respeta, solo necesita que Le abras, que
confíes, para poder entrar y mostrarte todo Su Amor, Amor que sana, que llena
tu soledad y es más fuerte que todo lo que te haya podido hacer cerrar tu
puerta en tantos momentos.
Jesús quiere llenarte de la Alegría de Su Salvación. Siempre que le
invitas, que le dejas entrar o tan solo asomarse… Él te hará experimentar que
hace las cosas nuevas.
Deja que entre, experimenta la fuerza de Su Amor. En Él, podrás volver a
abrir la puerta, no estás solo; Cristo está en ti y contigo.
Hoy el reto del amor es que Le abras la puerta. Cuelga una cruz o algo
religioso en el llavero, que al verlo te haga preguntarte en qué lado de la
puerta tienes al Señor y te dirijas a Él en ese momento.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
18 junio
2024
Fuente: Dominicas de Lerma