Francisco recibe a empresarios, directivos de empresas y banqueros de todo el mundo, unidos en una red que vive los principios de Laudato si'
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Les
recuerda la importancia de sus propias funciones: "Las grandes empresas
condicionan el destino de los gobiernos, de las políticas, del
desarrollo". Destaca el llamamiento del Pontífice a cuidar el medio
ambiente anticipando la "innovación" ante la lentitud de las leyes de
los Estados y a cuidar a los jóvenes.
Piensa en los pobres, descartados y a menudo incluso
"reciclados", tratados como si la pobreza misma fuera una
"culpa", y pide ir más allá de la mera filantropía para incluirlos en
cambio en las empresas, de modo que se conviertan en recursos. A continuación,
hace un llamamiento para que se acoja "generosamente" a los jóvenes,
también tan a menudo marginados del mundo laboral, aunque carezcan de la
experiencia y las competencias necesarias. Por último, pide que se aceleren los
procesos de "innovación" para el cuidado de la Casa Común, en medio
de la grave crisis actual, ante la cual "ya no basta con respetar las
leyes de los Estados, que proceden con demasiada lentitud".
Estas son las tres directrices que Francisco indicó a
un grupo de empresarios, directivos de empresas y negocios, colaboradores de
bancos, procedentes de todo el mundo, recibidos esta mañana, 15 de junio, en
audiencia en el Palacio Apostólico Vaticano. Son miembros de una red que busca
vivir los principios de la encíclica Laudato si', la Iniciativa de Mercados
Sostenibles, un proyecto lanzado en 2020 por el rey Carlos III, entonces
príncipe de Gales, en la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos. El
objetivo de esta iniciativa es reunir a las mejores organizaciones de la
industria y los servicios financieros para alcanzar los objetivos mundiales en
materia de clima, biodiversidad y desarrollo sostenible, y hacerlo junto con
los gobiernos.
El impacto del poder económico en la vida social y
política
Por otra parte, como dice el propio Papa en su
discurso, "el poder económico está entrelazado con el poder
político". En efecto, las funciones de los empresarios y de los directores
generales repercuten en la vida "no sólo económica, sino también social y
política", así como "en la dinámica de las relaciones
internacionales".
"Por tanto, uno se encuentra tomando decisiones
que repercuten en miles y miles de trabajadores e inversores, y cada vez más a
escala mundial".
Responsabilidad por los efectos de las propias
decisiones
"Las grandes empresas, de hecho, además de las
opciones de consumo, ahorro y producción, condicionan también el destino de los
gobiernos, las políticas públicas nacionales e internacionales y la
sostenibilidad del desarrollo", subraya el Papa. Por ello, invita a tomar
conciencia y a mirar "críticamente, con discernimiento" esta
realidad, "para que podáis ejercer plenamente la responsabilidad de los
efectos, directos e indirectos, de vuestras elecciones". Porque "hoy,
más que nunca, la economía es más grande que la economía".
“Pero me parece que esto ya lo realizó un tal Jesús,
¿no?”
Los pobres se convierten en recursos
A este respecto, Francisco nos pide que no olvidemos a
los "más pobres", a los "descartados" de hoy. Si de hecho
hemos aprendido a reciclar materiales y materias, "todavía no hemos
aprendido -permítaseme la expresión- a 'reciclar' y a no descartar a las
personas, a los trabajadores, especialmente a los más frágiles, para quienes a
menudo prevalece la cultura del descarte", dice el Pontífice. Luego nos
invita a "desconfiar" de esa "meritocracia" utilizada
"para legitimar la exclusión de los pobres, juzgados demeritorios, hasta
el punto de considerar la pobreza misma como una falta".
No hay que contentarse con un poco de filantropía, es
demasiado poco: el reto es incluir a los pobres en las empresas, hacer que se
conviertan en recursos para el beneficio común. Es posible.
Por eso, el Papa comparte el "sueño" de
"un mundo en el que los descartados puedan convertirse en protagonistas
del cambio". "Pero me parece que esto ya lo realizó un tal Jesús,
¿no?", dice.
“Ningún trabajo se aprende sin la "hospitalidad
de empresa", que significa acoger generosamente a los jóvenes aunque no
tengan la experiencia y las competencias requeridas, porque todo trabajo sólo
se aprende trabajando.”
Generoso con los jóvenes
Entre los pobres y descartados "de nuestro
tiempo" Jorge Mario Bergoglio incluye también a los jóvenes: "Pobres
de recursos, de oportunidades y de futuro". Esto, paradójicamente, sucede
"tanto donde hay muchos, pero faltan los medios, como donde son cada vez
más pocos", como por ejemplo en Italia, donde "no hay
nacimientos" pero "los medios estarían", observa el Papa. A
continuación, lanza un llamamiento a los presidentes y directivos para que
"acojan a los jóvenes en sus empresas, adelantándoles el futuro para que
toda una generación no pierda la esperanza".
Innovación en el cuidado de la Casa Común
Por último, el Papa recomienda un cuidado especial del
medio ambiente y de la tierra, en este tiempo de "grave crisis
ambiental" que depende de muchos factores, entre ellos "las opciones
económicas y empresariales de ayer y de hoy". "Ya no basta con
cumplir las leyes de los Estados, que proceden con demasiada lentitud: es
necesario innovar anticipando el futuro, con opciones valientes y clarividentes
que puedan ser imitadas", subraya Francisco.
"La innovación del empresario de hoy debe ser
ante todo innovación en el cuidado de la Casa Común".
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
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