En la liturgia
de la Iglesia Católica existen dos Octavas: la Octava de Navidad y la Octava de
Pascua. A continuación compartimos qué son, cómo surgen y cuál es su
importancia en la Iglesia Católica.
La Octava de Navidad y la Octava de Pascua Crédito: Renata Sedmakova - Shutterstock |
De acuerdo a la Enciclopedia Católica (EC),
la figura del octavo día surge de ciertas tradiciones del Antiguo
Testamento.
Por
ejemplo, luego que nacía un varón, “el octavo día era el día de la
circuncisión”. Además, “fue también el octavo día en el que concluyeron la
fiesta de dedicación del Templo bajo Salomón y su purificación bajo Ezequías”,
indica la EC.
En
el origen del cristianismo, no se celebraba ninguna octava. Pero la EC describe
que en el siglo IV surgen las octavas de Pascua y Pentecostés. Asimismo, indica
que “la primera octava” que se conoce en el cristianismo fue la celebración por
la “Dedicación de las iglesias de Tiro y Jerusalén, bajo Constantino”, que duró
ocho días con solemnidades.
Con
el tiempo la Navidad y la Epifanía tuvieron cada una su octava. E incluso las
fiestas de algunos santos importantes también eran festejadas con octavas. Poco
a poco todo esto se fue regulando y en la actualidad el Misal Romano sólo
contempla dos octavas: la de Navidad y la de Pascua.
Octava de Navidad
La
Octava de Navidad inicia el día del Nacimiento del Señor, cada 25 de diciembre,
y concluye el 1 de enero con la Solemnidad de María Madre de Dios. Ambas son
fechas fijas.
En la Octava de Navidad hay una serie de importantes
festividades litúrgicas que, según San Juan Pablo II, “casi irradian de
ella (la Navidad) y la rodean de cerca como para subrayar su altísima
dignidad”.
Cada
26 de diciembre se celebra a San Esteban Protomártir, el 27 a San Juan Evangelista y el 28 a los Santos Inocentes.
De
acuerdo al Misal Romano (versión de México), si
hubiera un domingo entre los días que inicia y termina la Octava de Navidad,
ese día se celebra la Fiesta de la Sagrada Familia. Si no es así, entonces esta
fiesta se festeja el 30 de diciembre.
Octava de Pascua
La
Octava de Pascua tiene fechas móviles porque depende de cuándo se celebre la
Semana Santa. Pero algo que sí es fijo es que inicia el Domingo de Resurrección
y concluye el siguiente domingo, en el que hoy la Iglesia festeja a la Divina Misericordia.
El Misal da una indicación muy
particular para la Octava de Pascua. Todos estos días, al final de la Misa, el
sacerdote o el diácono canta: “Pueden ir en paz, aleluya, aleluya”. Y los
fieles responden: “Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya”.
Por Abel
Camasca
Fuente: ACI