El padre Custodio está acusado de un delito de odio por criticar al islamismo radical, un litigio legal que comenzó en 2020 y que, a día de hoy, continúa activo
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Padre Custodio Ballester. Dominio público |
De esta forma se ha defendido el sacerdote Custodio
Ballester, quien fue acusado en 2020 por la fiscal de la Audiencia
de Málaga, María Teresa Verdugo, de un delito de odio por el que se ha
pedido para el párroco tres años de cárcel.
En concreto, el padre Custodio está
acusado por criticar al islamismo radical. «Simplemente dije que el
islam radical quería destruir la civilización cristiana y arrasar con todo
Occidente. También dije que en ese mundo radical no todos son capaces de
atentar contra los infieles pero todos admiran a estos que atentan contra los
infieles porque los consideran como nosotros a nuestros santos», afirmaba el
sacerdote en un documental en el que ha defendido su inocencia.
«Mi intención era dar un criterio para
que la gente juzgase. Yo conozco a musulmanes que no se han sentido ofendidos
porque han entendido perfectamente que no me refería a ellos, sino a los que
viven el islam de una manera violenta, radical».
El sacerdote explica en dicho vídeo que
la fiscal tergiversó cada una de sus palabras con el objetivo
de incriminarle: «Ha cogido lo que podía incriminarme. Por mi
condición sacerdotal soy más culpable porque cuando hablo, la gente me sigue.
Yo me considero una persona respetuosa. Respeto a los musulmanes y pido que
ellos también me respeten a mí».
En concreto, la fiscal citaba un largo
artículo del sacerdote titulado El imposible diálogo con el Islam y
del que se extraía, de manera descontextualizada, las
declaraciones del párroco.
«Como la comunidad católica es
mayoritaria y lo suficientemente fuerte, puede aguantar cualquier blasfemia
bajo capa de libertad de expresión. En cambio como los musulmanes son una comunidad
minoritaria y perseguida, cualquier mínima ofensa que se les haga se convierte
en un delito. Hay un silencio pasmoso, hasta los buenos se han callado y los
pastores de la Iglesia no podemos ser perros mudos», expone el párroco,
que cuatro años después sigue a la espera de la celebración
del juicio.
«Me gustaría que me recordaran como un sacerdote que deseo
siempre anunciar la verdad y denunciar el error», finalizaba el párroco, cuyos
apoyos han ido creciendo en los últimos meses a través de la plataforma hazteoir.org. Cualquier persona puede firmar la campaña en defensa del
padre Custodio, una víctima más del islamismo radical, cada vez más
implantado en nuestro país.
Fuente: El Debate