Manos a la obra
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
El viernes teníamos nuestro día de retiro del
mes. Normalmente, a las 11 tenemos adoración al Santísimo, toda la comunidad
unida. Comenzamos cantando una canción, y después permanecemos con Jesús
durante al menos una hora.
Pues, más o menos a eso de las 11:10, un grupo
de obreros comenzaron su tarea justo en la calle a la que dan las ventanas de
la capilla. La máquina taladradora estaba picando el suelo, con el fin de
profundizar y llegar hasta la tubería que andaban buscando.
Al principio pensé: “qué oportuno, justo en
nuestro rato de adoración”. Pero un instante después, el Señor me regaló
comprender que eso es lo que sucede invisiblemente en la oración… ¡cuando
nosotros le dejamos!
Es lo que sucede en el espíritu cuando le damos
vía libre al Señor: Él se pone manos a la obra para poder llegar hasta lo
profundo del corazón.
Aquello me llegaba mucho, porque veo en mí como
muchas veces me cuesta dárselo todo al Señor. Y es que en definitiva es don, en
mí no está el lograrlo, pero de mí sí que depende el querer. Así que cuando le
decimos al Señor que queremos, cuando le damos paso para que se apropie de
nuestra vida, Él comienza a trabajar en nosotros.
¿Soltar el corazón? Cuántas cosas guardamos en
él… Tantas, que ni siquiera sabemos poner palabras a todo lo que guardamos,
permanecen ahí latentes. En realidad nos da cierto miedo soltar del todo
nuestra vida en Sus manos por lo que nos pueda pedir. Pero tenemos la certeza
de que solo Él nos puede dar la Vida plena que andamos buscando afuera.
“Quien pierda su vida por Mí, la encontrará”
(Mt 16, 25)
Hoy el reto del amor es permitirle el paso al
Señor. Lo primero en nosotros es “querer querer”, pedirle que Él nos conceda
dar un paso más de confianza por el Don de Su Amor.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
29 enero 2024
Fuente:
Dominicas de Lerma
